Exzares antidrogas estadunidenses y exjefes de la DEA coincidieron que la aprobación de las iniciativas para legalizar la marihuana en los estados de Washington, Oregon y Colorado enviaría un "terrible mensaje" a México.
El grupo demandó al presidente Barack Obama y al procurador Eric Holder romper su silencio sobre las tres iniciativas que serán votadas en referendos el 6 de noviembre, y los urgieron a expresar su oposición pública como lo hicieron en el caso de California en 2010.
"Verdaderamente estaríamos mostrando una falta de apoyo por el sacrificio en México si no tomamos la posición que estamos tomando ahora", señaló en rueda de prensa John Lawn, quien fuera jefe de la Administración Federal Antidrogas (DEA) de 1985 a 1990.
"Sería un mensaje terrible y exactamente el mensaje erróneo... Trabajamos mano a mano con nuestras contrapartes foráneas que ponen su vida en la línea", coincidió el también exdirector de la DEA, John Bensinger (1976-1981).
De ser aprobadas, las tres iniciativas de ley entrarían en conflicto con la Ley federal de Substancias Controladas (CSA), la cual prohíbe la producción o venta de sustancias como la marihuana, heroína, cocaína y otros narcóticos ilegales.
Una encuesta de la firma Gallup encontró el año pasado que la legalización de la marihuana es apoyada por el 50 por ciento de los estadounidenses.
Opositores de la legalización de la marihuana argumentan sus efectos nocivos para la salud y el hecho de que 2.5 millones de estadounidenses iniciaron el consumo de esa sustancia por primera vez el año pasado.
John Walters, director de la Oficina Nacional de Políticas para el Control de las Drogas (ONDCP) de 2001 a 2009 durante la administración de George W. Bush, lamentó que los partidarios de la legalización ignoren sus consecuencias.
El grupo envió una primera carta a Holder el mes pasado, a fin que en su carácter de procurador general impugnara los tres proyectos de ley, como lo hizo con la Proposición 19 de California en 2010, pero hasta el momento no ha ocurrido.