La NCAA permitirá que los deportistas universitarios de Penn State puedan irse a otros centros. El equipo de futbol americano sufrió un duro golpe. (AP)
La asociación deportiva universitaria de Estados Unidos sancionó ayer a la Universidad de Penn State con una serie de medidas sin precedentes, incluyendo una multa de 60 millones de dólares, por el escándalo de abuso sexual que sacudió a uno de los programas deportivos más grandes y lucrativos del país.
La National Collegiate Athletic Association (NCAA), el principal organismo regulador del deporte universitario, de gran relevancia en Estados Unidos, añade a las sanciones cuatro años en los que Penn State quedará fuera de los torneos que se disputan tras la temporada regular, conocidos como 'bowl' (los tazones).
A eso se suma una reducción en los programas de becas deportivas que la NCAA concede a Penn State durante los próximos cuatro años.
Aunque la NCAA se abstuvo de imponer la "pena de muerte" (cerrar por completo el programa de futbol americano) el castigo es agobiante para un equipo que intenta empezar de nuevo. Otras sanciones incluyen la pérdida de todas las victorias del otrora legendario entrenador Joe Paterno entre 1998 y 2011.
Jerry Sandusky, un entrenador asistente retirado de Penn State, fue hallado culpable en junio de abusar sexualmente de varios jóvenes, a veces en el campus, a veces después de ubicarlos a través de la organización benéfica que fundó para los jóvenes en situación de riesgo.
Las medidas de la NCAA se producen a raíz de un devastador informe que afirmó que funcionarios universitarios ocultaron los señalamientos contra Sandusky hace más de una década.
El informe de la pesquisa del ex director del FBI Louis Freeh encontró que Paterno y otros tres administradores de Penn State ocultaron acusaciones de abuso sexual contra Sandusky.
La NCAA dijo que la multa de 60 millones de dólares es equivalente a los ingresos brutos anuales del programa de fútbol americano.
El dinero se debe depositar en un fondo para programas externos para prevenir el abuso sexual o dar asistencia a las víctimas y no se puede utilizar para financiar ese tipo de programas en Penn State.
"El fútbol americano nunca volverá a ser puesto por encima de educar, cuidar y proteger a los jóvenes", dijo el presidente de la NCAA, Mark Emmert.
PODRÍA SER EL FIN
Emmert advirtió la semana pasada que él no había descartado la posibilidad de cerrar el programa de fútbol por completo, al indicar que "nunca había visto algo tan atroz" como el escándalo de Sandusky.
Derriban el mito
Varios trabajadores levantaron la estatua de Joe Paterno de 2.13 metros de altura de su base y utilizaron un montacargas para trasladarla al interior del estado Beaver, al tiempo que entre 100 y 150 estudiantes coreaban "¡Somos Penn State!".
Horas antes la universidad anunció que retiraría el monumento tras la difusión del informe de una pesquisa que encontró que el entrenador fallecido y otros tres altos administradores de Penn State ocultaron acusaciones de abuso sexual contra el entrenador asistente retirado Jerry Sandusky.
Louis Freeh, ex director del FBI, alegó que Paterno, el presidente despedido Graham Spanier y dos funcionarios de Penn State, el director de entrenadores Tim Curley y el vicepresidente Gary Schultz, encubrieron a Sandusky. El no haberlo reportado a las autoridades de protección al bienestar infantil en 2001 le permitió seguir abusando de niños, halló el informe.
La estatua, que pesa más de 400 kilos (900 libras), fue fundida en 2001 en honor de la victoria 324 de Paterno como entrenador en la División 1, con la que fijó un récord, y de sus "contribuciones a la universidad".
Una portavoz de la familia Paterno no devolvió de inmediato las llamadas telefónicas ni los correos electrónicos que se le enviaron.
