Cerrado. El propietario del terreno terminó de construir la barda sobre la calle Dalias, lo que generó inconformidad entre los vecinos de Brittingham.
Después de meses de disputas y conflicto entre colonos de Brittingham y el fraccionamiento Del Bosque, el propietario de una parte de terreno por el que atraviesa la calle Dalias hizo válido su derecho y terminó de levantar la barda que ya limita en su totalidad el paso de vehículos y peatones.
Ayer, vecinos de Brittingham acudieron a la Presidencia Municipal para manifestar su descontento, y para pedir la intervención de la autoridad, a fin de obligar al propietario a que retire la construcción y coloque un portón que se pueda abrir durante el día y mantenerlo cerrado por las noches.
Estela Duarte, Juana Rivera y otros habitantes de esa colonia dijeron que las obras se reanudaron desde el pasado viernes y finalizaron la madrugada del domingo; criticaron que durante todo ese tiempo estuvieran presentes elementos preventivos a bordo de unas ocho unidades, lo que según la autoridad fue para evitar algún conato de enfrentamiento, dada la oposición tan arraigada a que se realizara dicha obra.
Las diferencias entre los vecinos de estas dos colonias datan de hace varios años, desde que el dueño de una porción de terreno por el que atraviesa la calle Dalias, comenzó las gestiones para disponer de su propiedad mediante el cierre a la circulación.
Aunque la donación del terreno se practicó hace varias administraciones, la autorización del permiso para construir fue otorgado en 2010 por la Comisión de Obras Públicas.
Los inconformes solicitaban su revocación, pero ésta fue negada.
Luego, la Dirección de Gobernación del Municipio hizo una especie de encuesta entre los vecinos, pero a decir del regidor Omar Mata, integrante de dicha Comisión "sólo les dieron largas a los de Brittingham", porque finalmente el acuerdo no iba a ser revocado y la construcción se levantaría tarde o temprano.