Luego de tres años de un aumento en las deportaciones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, el presidente Barack Obama anunció una medida para limitar las expulsiones y exentar a quienes entraron a ese país como menores de edad.
Obama anunció ayer un nuevo programa para dar estadía legal a inmigrantes menores de 30 años que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años y que cumplen con ciertos requisitos.
El programa exige que los inmigrantes hayan vivido en Estados Unidos al menos cinco años, que no tengan antecedentes criminales y cuenten con certificado de bachillerato o hayan servido en las fuerzas armadas.
Sin embargo, la medida beneficia sólo a una pequeña parte de la población indocumentada, unas 800 mil personas de un total de 12 millones. Alrededor de la mitad es de origen mexicano.
Obama hizo el anuncio a cuatro meses de la elección en la que busca un segundo mandato y el tema de inmigración se ha convertido en uno de los más polémicos de la campaña, pues tanto Obama como su rival Mitt Romney buscarán el voto de unos 20 millones de hispanos.
Desde su inicio en 2009, el gobierno de Obama se caracterizó por un aumento en el ritmo de deportaciones con respecto al gobierno anterior de George W. Bush.
Sin embargo, ayer Obama justificó el cambio de dirección por "la falta de acciones de parte del Congreso para arreglar nuestro problema de migración".
Romney, candidato republicano, dijo que él hubiera optado por una solución del Congreso y no unilateral, pero rechazó responder si revocaría la medida en caso de llegar a la Presidencia.