En la mayoría de los países democráticos las elecciones concluyen un día después de los comicios cuando se conocen los resultados y de inmediato todo mundo se pone a trabajar.
En México no ocurre así y menos en las elecciones presidenciales. En 2006 el país sufrió en serio las protestas por un supuesto fraude electoral y algo similar ocurrirá en este 2012.
Andrés Manuel López Obrador ya dijo que impugnará las elecciones presidenciales aunque en esta ocasión aseguró que lo hará dentro de la legalidad. Si el candidato del PRD cumple su palabra, enhorabuena porque sólo tendremos que esperar a que las autoridades electorales hagan su tarea y dictaminen en su momento si el proceso de 2012 fue o no fraudulento.
En Estados Unidos, cuando George W. Bush y Al Gore quedaron trenzados en el conteo final de votos en el año 2000, las instancias correspondientes tardaron seis semanas en dar su veredicto final.
Y a pesar que Bush ganó con una diferencia reducida de cinco votos electorales, nadie se alborotó ni armó gran mitote. Los norteamericanos esperaron pacientemente el reconteo y el fallo de la Suprema Corte de Florida. Claro en ese país las instituciones judiciales tienen mayor credibilidad y prestigio.
Pero en México todavía ni siquiera se inicia la revisión del proceso cuando se escuchan voces estridentes de uno y otro lado de la tribuna. Priistas, panistas y antiperredistas se lanzan a la yugular de López Obrador por atreverse a dudar del proceso mientras que sus simpatizantes juran y perjuran que se consumó el fraude, asunto que tampoco ha quedado comprobado.
Lo mejor entonces será mantener la calma y esperar que el Instituto Federal Electoral, y en su momento el Tribunal Federal Electoral, realicen la tarea que les encomendó la ciudadanía. No tiremos piedras ni ladremos antes de tiempo, sólo exijamos que cada una de las instancias cumpla cabalmente con su responsabilidad.
La peor acción ilegal cometida por parte de López Obrador y sus huestes en 2006 fue invadir durante meses el Paseo de la Reforma y el Zócalo de la Ciudad de México. Pero tampoco las autoridades hicieron lo suyo y consintieron el plantón que afectó severamente la vida capitalina.
MALEFICIO PARA MÉXICO
La división política parecer ser el maleficio para los mexicanos. Lo dijo Winston Churchill: "La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás".
En este 2012 ningún partido tendrá mayoría simple en las cámaras legislativas tal como ha ocurrido desde la llegada de la transición en el año 2000. Será por ignorancia o por mezquindad, pero los partidos mexicanos no se ponen de acuerdo en los temas clave.
Tampoco hemos tenido al estadista capaz de impulsar las reformas estructurales pendientes como ocurrió en España con Felipe González o en Brasil con Lula de Silva.
Analistas nacionales y extranjeros advierten de esta compleja situación que encarará el futuro presidente mexicano tal como sucedió con Vicente Fox y Felipe Calderón. "Un hecho -dice The Wall Street Journal-que se refleja en la debilidad económica que ha permitido a sus rivales emergentes, como China y Brasil, superar a México".
Así que Enrique Peña Nieto con todo y su virtual triunfo y el respaldo de las televisoras no llegará lejos sin hacer mancuerna con el PAN o el PRD. De no lograr las reformas, México se irá de nuevo en blanco durante otro sexenio.
PREGUNTA FINAL
AMLO no andaba errado cuando dijo que la mayoría de las encuestas electorales "estaban copeteadas" y que sus muestras no eran correctas. La diferencia de 6 puntos que reportó el PREP entre Peña Nieto y López Obrador dista mucho de los 10, 12 y hasta 15 puntos que reportaron varias casas encuestadores, incluyendo algunas de prestigio.
Lo extraño es que nada han dicho las autoridades electorales en este asunto, algunas empresas optaron por dar una disculpa para curarse en salud, pero la desinformación que fomentaron y que sin duda afectó al proceso electoral, merecería sanciones drásticas por parte del IFE.
No se vale que la ciudadanía haya sido engañada de esa manera, quienes no tienen la técnica adecuada ni la experiencia para realizar encuestas, mejor que se dediquen a otra cosa. Y quienes hayan hecho mal la tarea, pues que paguen los platos rotos por su incapacidad. ¿O acaso hubo mano negra en este asunto?
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