Después de 20 días de que se reactivara el incendio en el predio Potrerillos, en el municipio de Canatlán, finalmente fue liquidado por combatientes y brigadistas rurales de cuatro municipios, dejando una afectación de 17 mil 459 hectáreas, informó este sábado la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Durango.
La dependencia federal dio a conocer que en el presente año se han registrado 66 siniestros que arrojan una afectación de 30 mil 414.45 hectáreas en 10 demarcaciones de la entidad, mencionar que en el 2011 se contabilizaron 154 conflagraciones que provocaron daños en 41 mil 999.40 hectáreas.
En el control y liquidación del incendio del ejido Potrerillos participaron en total 120 brigadistas de la Conafor Durango, además de 100 brigadistas rurales de los municipios de San Dimas, Canatlán, Santiago Papasquiaro y Durango.
Además, se contó con el apoyo de 30 voluntarios y 40 elementos del Ejército Mexicano, quienes vigilaron las zonas que ya se tenían controladas para evitar una posible reactivación.
Para sofocarlo se requirieron de tres mil 520 días/hombre y se utilizaron dos helicópteros, lo que implicó 122 horas de vuelo principalmente para el diagnóstico del incendio, movimiento de personal y traslado de víveres así como 80 descargas de agua para dar seguridad al personal y bajar la intensidad del fuego.
Una vez realizada la valoración de la superficie afectada, se determinó que asciende a las 17 mil 459 hectáreas. En un 38 por ciento corresponde a arbustos, el 33 por ciento a material herbáceo, 13 por ciento arbóreo y 16 por ciento a renuevo.
Los predios con mayor afectación se presenta en las pequeñas propiedades conocidas como: Potrerillos, Durangueño, Rancho El Cura y Magueycitos.
Mientras que con menor afectación en los ejidos: Gomelia, Maymorita, San Diego de Alcalá y Graciano Sánchez.
Una vez que pase la temporada de lluvias se analizarán las necesidades de restauración de la zona afectada, conforme a la respuesta natural de la vegetación, puntualizó la Conafor.
En su etapa inicial, el incendio presentó un alto grado de complejidad en su control debido a las condiciones climatológicas (la presencia permanente de rachas de viento), gran cantidad de material combustible y una accidentada topografía. Posteriormente, se ubicó en áreas inaccesibles para los brigadistas.
