El líder socialdemócrata de Alemania, Sigmar Gabriel, llamó al gobierno de la canciller federal Angela Merkel a dar un paso hacia Grecia y suavizar las condiciones del rescate que la unión monetaria otorgo al país helénico.
“La dosis de medidas de ahorro es una sobredosis”, consideró Gabriel en una entrevista publicada ese viernes en la versión digital de la revista Der Spiegel.
A dos días de las elecciones en Grecia todo el mundo mira hacia Atenas, mientras las encuestas de intención de voto atribuyen un empate técnico entre el partido izquierdista Syriza y el conservador Nea Democracia.
El Nea Democracia defiende una posición más europeista y el Siryza argumenta que quiere que Grecia permanezca en la zona euro, pero rechaza los acuerdos de los planes de rescate aprobados por el Eurogrupo.
Para las próximas semanas está programada la entrega a Grecia de la segunda parte de la ayuda acordada, pero una eventual victoria de Syriza y la ruptura de los acuerdos podrían bloquear la medida y de hecho empujar al país fuera de la zona de la moneda única.
En ese contexto, Gabriel argumentó: “creo que una salida de Grecia (de la eurozona) sería un gran peligro. El riesgo de un contagio a otros países transmitiría inseguridad total a los mercados”.
Justo después sería el turno de España e Italia y por consecuencia estaría en juego la existencia misma de la unión monetaria tal y como se conoce ahora.
Para captar hasta el último voto, también el partido conservador griego Nea Democracia prometió un compromiso para suavizar los acuerdos.
Gabriel declinó crear falsas expectativas y aseguró que “nadie en Grecia tiene que esperar que los parlamentos nacionales de los países europeos acepten modificar los acuerdos”.
Sin embargo, admitió que debería existir un margen de contratación sobre las fechas, “los tiempos pueden ser discutidos ¿Cómo puede un país, donde hace años no existe un Estado que funcione, constituir en tiempos rápidos una administración fiscal?”, cuestionó.
Los mayores partidos de la oposición alemana, es decir Verdes y socialdemócratas, votaron en los últimos dos años siempre a favor de las iniciativas europeas de la canciller Merkel.
En el pasado dieron su aprobación a ambos planes de rescate para Grecia y ahora negocian algunos detalles para la aprobación del Pacto Fiscal, que prescribe la austeridad, y el Mécanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE).