Los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron hoy hasta El Vaticano en medio de un colorido desfile que incluyó personajes con trajes típicos del Renacimiento, carrozas, músicos y porristas.
El desfile se llevó a cabo este viernes, en la festividad de la Epifanía, por las calles de Roma y terminó en la Plaza de San Pedro, donde los participantes recibieron del Papa benedicto XVI la bendición dominical con el Angelus.
El pontífice saludó a los asistentes provenientes de las localidades de Pomezia y Ostia Antigua, elegidas en esta ocasión para ser parte del desfile que se lleva a cabo todos los años desde 1985 gracias a la organización Familias Libres Asociadas de Europa.
'Con el fervor y la humildad de los Magos de Oriente, abramos nuestros corazones ante el niño Dios y presentémosle lo mejor que haya en nosotros mismos, sobre todo el deseo de edificar un mundo en el que brille la solidaridad, la concordia y la justicia', dijo.
En el desfile, presenciado por cientos de personas a lo largo de la Vía de la Conciliación avenida que une al Vaticano con el Río Tíber-, destacaron más de mil personajes con trajes típicos, caballos, varias bandas de música con sus bastoneras, cinco automóviles y dos motos históricas.
Unos 100 personajes provenían de Bari, al sur de Italia, y formaron parte del grupo de San Nicolás (inspirador del moderno Santa Claus).
El punto central de la procesión fue ocupado por los Reyes Magos, quienes después de escuchar el Angelus ingresaron al Palacio Apostólico del Vaticano para entregar algunos regalos al Papa.
Entre ellos, un cuadro mosaico de madera que representa al propio Benedicto XVI con San Benito, patrono de Pomezia, además de un turíbulo dorado (incensario utilizado en las ceremonias religiosas) y una copia preciosa de un libro que data de 1571.