Clint vuelve a la pantalla grande.
En pleno ojo del huracán tras su intervención en la Convención Republicana, Clint Eastwood no podía haber escogido un mejor momento para regresar al cine, esta vez sólo como actor, con Trouble With the Curve, una película sobre una relación paterno filial cuyo trasfondo gira en torno al beisbol.
El filme, que se estrena mañana viernes en EU, supone el regreso de Eastwood a la interpretación tras Gran Torino (2008) y la primera vez que se pone en manos de otro director que no sea él mismo desde In The Line Of Fire (1993), de Wolfgang Petersen. "Después de tanto tiempo, llevo la interpretación en la sangre", dijo Eastwood, de 82 años.
"Me gusta volver a ello. Cuando alcanzas cierta edad ya sólo te alegras de haber llegado. Busco papeles que se ajusten a mis circunstancias. De lo contrario, sería ridículo", agregó en entrevista el histrión.