Albergue. Durante 25 años, Norma Subealdea de Franch se ha dedicado a conseguir recursos económicos para el sostenimiento de Casa Feliz, la cual proporciona albergue a los niños enfermos de cáncer.
Hace 25 años se abrieron las puertas de Casa Feliz en Torreón para dar albergue a los niños enfermos de cáncer mientras reciben su tratamiento en la Clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Desde entonces Norma Subealdea de Franch es presidenta del patronato de la asociación civil Encendamos Una Luz, un grupo de ayuda contra el cáncer infantil a través del albergue que proporciona en Casa Feliz.
A lo largo de estos años, Norma se ha dedicado a ayudar a los niños con cáncer que llegan a Torreón procedentes de otros estados del país.
Recuerda que conoció la realidad del cáncer infantil cuando enfermó la hija de una de sus mejores amigas. La apertura de la Casa Feliz no fue fácil, pues tiene 13 años en Torreón Jardín porque antes daba atención en dos casas pequeñas en una privada cerca de la Clínica 71.
Norma, con el resto de los integrantes del patronato, se dio a la tarea de conseguir el terreno en Torreón Jardín, el cual fue donado por los habitantes de esta colonia, y después a recaudar los recursos para la construcción de la casa.
Casa Feliz se encuentra ubicada en la calle Duraznos número 245 de Torreón Jardín.
"En lo personal desconocía la realidad del cáncer infantil pero cuando acudí a visitar a la hija de mi amiga a la Clínica 71 del IMSS, me di cuenta de este problema que afecta a muchos pequeños, sobre todo en este hospital que le toca concentrar a derechohabientes de muchos estados del norte de la República como Durango, Chihuahua, Zacatecas, y Coahuila".
Casa Feliz se dedica a dar albergue a los niños enfermos de cáncer y a sus familiares, porque son de escasos recursos económicos y por lo tanto les sería imposible pagar un hotel mientras reciben el tratamiento.
"Lo más indispensable para ellos es tener un lugar de asistencia porque los tratamientos son largos. En algunos casos los niños se internan en el hospital pero la mayoría de las veces nada más acuden a sus terapias".
La labor de Casa Feliz es muy importante porque no sólo ofrece un lugar para dormir o comer, "lo esencial es el apoyo moral que les damos a los pacientes y a sus familiares".
Los niños son acompañados por sus padres, quienes son de comunidades rurales y jamás han conocido una ciudad como Torreón.
"Las mamás vienen a una ciudad extraña con sus hijos enfermos, llegan destrozadas y lo que más necesitan es el apoyo moral, pero en Casa Feliz no se van a sentir solas porque van a conocer a personas con los mismos problemas".
Norma siempre trata de que Casa Feliz esté lo más bonita y limpia posible, sobre todo que haya muchos juguetes para que los niños se sientan tranquilos y puedan distraerse un poco.
"Casa Feliz es como un especie de hotelito donde están todo el día y la noche, y les damos sus tres comidas al día, pero lo más importante es el calor de hogar".
Como los niños y sus padres acuden varias veces durante el año a sus tratamientos, ya saben que en Casa Feliz tendrán siempre un espacio para quedarse mientras permanecen en Torreón.
Alumnos que realizan su trabajo social se encargan de acudir a la Clínica 71 del IMSS a promover la Casa Feliz, incluso las mismas madres de familia comentan a otras señoras que en este lugar pueden permanecer mientras sus hijos están en tratamiento.
Casa Feliz tiene capacidad para atender a 60 personas en cama pero cuenta con otras áreas donde se pueden colocar colchonetas en caso de que haya más demanda, por fortuna no ha sido necesario.
El sostenimiento del albergue es elevado pero gracias a la cooperación de los laguneros, jamás ha estado en riesgo de cerrar sus puertas a lo largo de estos 25 años.
En ocasiones no ha habido alimentos para darles de comer a los niños y a sus familiares, pero asegura que siempre aparece una persona para ayudarlos.
Los gastos mensuales de Casa Feliz ascienden a 60 mil pesos, y en ocasiones la situación se torna difícil porque los recibos de luz llegan hasta por ocho mil pesos.
Norma exhorta a la sociedad a colaborar con los gastos del albergue para que los niños enfermos tengan una estancia digna. Está convencida que todas las personas pueden contribuir de alguna manera a ayudar a quienes menos tienen.
"Al principio me daba por reclamarle a Dios por la enfermedad de estos niños, porque es una realidad muy dura. Por fortuna, cada vez son mayores las posibilidades de se curen del cáncer y eso nos da el optimismo para sacar adelante a Casa Feliz".
Ayuda contra el cáncer infantil
Algunos datos sobre Norma Subealdea de Franch:
⇒ Norma Subealdea de Franch es presidenta del patronato de la asociación civil Encendamos Una Luz, un grupo de ayuda contra el cáncer infantil a través del albergue que se proporciona en Casa Feliz.
⇒ Casa Feliz se encuentra ubicada en la calle Duraznos número 245 de Torreón Jardín.
⇒ Casa Feliz se dedica a dar albergue a los niños enfermos de cáncer y a sus familiares, porque son de escasos recursos económicos y por lo tanto les sería imposible pagar un hotel mientras reciben el tratamiento.
→ Los gastos mensuales ascienden a 60 mil pesos.
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