Asilo. El asilo Lucinda Mijares atiende a 20 ancianos entre hombres y mujeres, y más que sólo brindar un espacio para vivir a los adultos mayores, hace de su estancia en el asilo los mejores momentos en esta etapa de su vida.
El asilo de ancianos Profesora Lucinda Mijares se encuentra ubicado sobre la calle Cortez número 796 del fraccionamiento Los Ángeles de Torreón, y actualmente brinda atención a 20 adultos mayores.
Este asilo es dirigido por Jorge Santibáñez, quien se desempeña como administrador general del lugar, además de otras tres mujeres que de manera altruista apoyan con el mantenimiento del asilo y el cuidado de los ancianos.
Jorge señala que el servir a los adultos es una tarea que le gusta y espera un día retirarse para descansar dentro del asilo Lucinda Mijares.
Comentó que el asilo se mantiene del apoyo de la asociación civil profesora Lucinda Mijares Valdés, A.C., y un grupo de creyentes de la Iglesia Bautista El Calvario, además del apoyo de algunas empresas, el Mercado de Abastos Torreón y la aportación de algunas familias.
Jorge asegura que el contar con la ayuda de empresas y familias apoya la manutención del asilo, sin embargo las necesidades que tienen son muchas.
Para recabar fondos Jorge ha tenido que tocar puertas y pese a que muchas son abiertas miles permanecen cerradas. Una de las aportaciones que están por llegar al asilo es el redondeo que se logre recabar durante este mes de julio en las sucursales de un supermercado de toda la Región Lagunera.
A pesar de que ésta aportación será de gran utilidad para el asilo, Jorge teme que no se logre recabar lo suficiente ya que actualmente los ciudadanos prefieren "no redondear".
"Toda la ayuda que tengamos es de gran valor tomando en cuenta que los gastos van desde comida, pañales, luz, agua, vestido y atención médica" dijo Jorge.
Para suplir los gastos del asilo anualmente organizan un bazar navideño y cocinan hamburguesas, entre otras actividades.
AYUDAR ES UNA 'BENDICIÓN' Además de los gastos administrativos del asilo, está el velar por una mejor estancia en él, ya que para Jorge no basta con brindarles un espacio donde vivir, también buscan hacerles más agradable su permanencia en el edificio.
"Para que los ancianitos pasen un buen momento les brindamos talleres de manualidades, masajes de relajación, paseos, visitas, además de que cada domingo asisten a la iglesia en agradecimiento a Dios".
Para Jorge el servir en este asilo es una bendición y espera seguir cuidando de los adultos por muchos años.
Jorge comenta que el asilo está abierto al público en general. Si alguna persona conoce a un adulto abandonado o que no tenga donde vivir, se pueden comunicar a las oficinas del asilo Lucinda Mijares al número 731 06 86 donde se les entenderá de manera gratuita.
"Algún día todos llegaremos a viejos y lo mejor que podemos hacer es regresar un poco de amor a las personas que durante toda su vida nos cuidaron y hacer del ocaso de su vida una estancia feliz" concluyó Jorge.