Protestas. Esposas e hijas de trabajadores en huelga de la compañía Greek Halyvourgia Ellados S.A. se manifiestan por el centro de Atenas.
Funcionarios del gobierno griego y de los mercados internacionales se mostraron confiados en que un alto número de inversionistas privados participó en un gran acuerdo sobre la deuda griega, luego que el plazo para hacerlo se cumplió ayer jueves.
La participación en el acuerdo terminó, como estaba previsto, a las 10 de la noche (2000 GMT).
El trato busca recortar la deuda soberana griega en 107,000 millones de euros (140,000 millones de dólares). Los tenedores privados de bonos aceptarían una pérdida de valor nominal de 53-5% a cambio de nuevos bonos con plazos de amortización más favorables. Se espera que los resultados iniciales de la participación en el intercambio se anuncien hoy viernes.
El canje tiene importancia crítica para que el país reciba su segundo rescate financiero en menos de dos años. Si no lo aceptara una proporción mayoritaria de tenedores y fracasa el plan, el país seguramente se declarará en bancarrota en menos de dos semanas cuando tenga que abonar más de 14,000 millones de euros en bonos que vencen entonces, lo que provocaría una nueva inestabilidad en los mercados financieros y afectaría la confianza en la economía mundial.
Un funcionario del gobierno dijo ayer que para el miércoles la participación en el canje ya había alcanzado el 95%. Habló a condición de guardar el anonimato en espera del anuncio oficial del gobierno.
Los principales bancos griegos y europeos participaron en el acuerdo, aunque varios fondos de pensiones griegos, incluidos los que representan a los periodistas y la Policía, avergonzaron al gobierno al mantenerse al margen.
Charles Dallara, director del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés), que ha estado negociando en nombre de grandes acreedores privados en la operación, dijo que creía que la participación sería probablemente "muy, muy alta" y que estaba "bastante optimista" de que el acuerdo se materializaría.
Atenas dijo que necesita una participación del 90% para que el canje sea un éxito, pero los tenedores que no estén conformes podrían ser legalmente obligados a ello de aprobarlo los acreedores de entre el 75% y el 90% de los bonos soberanos.
Los mercados se han mostrado optimistas de que Grecia obtendría el respaldo suficiente para consumar la operación. En Nueva York, el promedio industrial Dow Jones terminó la sesión con una ganancia de 70,61 puntos (0,6, en 12.907,94 y el índice S&P 500 avanzó 13.28 puntos (1%) a 1.365,91.
En Europa, el índice FTSE 100 de las empresas británicas más capitalizadas avanzó 1.2% para cerrar en 5.859,73, mientras que el índice alemán DAX subió 2,5% a 6,834.54. El índice CAC-40 de la Bolsa de París ganó 2.5% a 3,478.36. La bolsa de valores de Atenas cerró con alza del 3.1%.
El canje de bonos es un intento desesperado de contener la hemorragia griega de números rojos y poner su economía en la senda del crecimiento, con la esperanza de que el país, ahora en el quinto año de recesión, pueda volver gradualmente a la expansión económica y pague algún día el dinero que debe.
¿Qué sigue?
⇒ El desempleo aumentó en diciembre al 21%, frente al 14.8% el año pasado. Entre los jóvenes de 15 y 24 años, las cifras llegan al 51.1%.
⇒ Para la mayoría de los tenedores de bonos tiene sentido aceptar la propuesta porque es mejor recibir algo que nada.
