Los beneficios de la corteza del pan son mucho más abundantes si se trata de un tipo integral, ya que su mayor cantidad de fibra es también rica en vitaminas. INGIMAGE
Este alimento tan común y que tanto se nos pide evitar en dietas tiene en realidad muchos beneficios que conviene recordar. Un consumo responsable de pan no será alto en grasas y nos conllevará nutrientes esenciales, aunque conviene evitar los que tienen azúcares añadidos o grasas saturadas, y preferir los panes enriquecidos y los integrales.
Eliminar la corteza del pan es algo habitual, sobre todo en muchos niños, que suelen cortar los bordes de sus sándwiches como un hábito. En realidad, esta es una mala opción, ya que la corteza es la parte con mayor cantidad de vitaminas, tanto en el pan de molde, como en cualquier otro, sobre todo en los más frescos.
Esto se explica porque cuando se hornea el pan se genera un tipo de antioxidante llamado pronyl-lisina, que es casi 10 veces más abundante que en la miga del pan. Por lo tanto, este elemento está mucho más presente en las rebanadas pequeñas, ya que contienen más cantidad de corteza, al igual que en la primera y la última rebanada de un pan de molde.
Los beneficios de la corteza del pan son mucho más abundantes si se trata de un tipo integral, ya que su mayor cantidad de fibra es también rica en vitaminas. Así lo advirtieron los investigadores del Centro de Alimentación y Química de Alemania, que señalaron que este tipo de antioxidante es muy positivo para incrementar los niveles de enzimas, que son las que finalmente pueden ser buenas para prevenir un cáncer, especialmente el de colon, tal y como publicó el European Journal of Cancer Prevention.
Sin embargo, cuando el pan está muy tostado pierde gran parte de sus vitaminas y sus nutrientes. De hecho, cuando el pan se quema, aunque sea ligeramente, deberemos retirar toda la zona quemada porque, precisamente, puede contener niveles de células carcinógenas.
