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'Los bombarderos, fueron bombardeados'

JUAN ROBERTO RODRÍGUEZ LAZCANO

Alguna vez se ha preguntado qué sería del box sin Muhammad Alí, o de la Fórmula Uno sin Schumacher o del tenis sin Borg; pues hoy, los fieles aficionados al llamado "Rey de los Deportes" sentimos lo que es una Serie Mundial sin el equipo más ganador en la historia de la misma, los Yanquis de Nueva York.

Aún tengo guardados en mi mente los nombres de los jugadores de aquellos Yanquis de época de finales de los 90 y principios del nuevo milenio que disputaron el "Clásico de Otoño" con sus vecinos de ciudad, los Mets, en la también llamada "Serie del Subway" (Serie del Metro).

¿Cómo no recordar al gran Joe Torre dirigiendo a ese equipo? ¿Cómo no alardear de los cuatro fantásticos del pitcheo yanqui: Orlando "Duque" Hernández, Roger Clemens, Andy Pettitte y Mike Stanton? ¿Cómo no festejar cada una de las victorias a manos del inigualable mejor cerrador en la historia de las mayores: Mariano Rivera? ¿Cómo no creer que la justicia en los partidos llegaría a batazos del "Señor Justicia": David Justice? ¿Cómo olvidar a "Tino el de Tampa", como solía llamar Pepe Segarra a Constantino Martínez? ¿Cómo no tratar de imitar ante una bella dama la postura siempre erguida del "Elegante" Paul O'Neil? ¿Cómo no poder disfrutar de los grandes lanzamientos de los pitchers a las señas de Jorge Posada? ¿Cómo no ver jugar a Bernie Williams o a Scott Brosius? ¡Imposible dejar de gozar del juego del MVP de aquella Serie Mundial y capitán "vitalicio" del equipo, Derek Jeter! ¿Cómo no hacerlo?, me preguntaba entonces.

En los inicios de la actual temporada, los Yanquis parecía meterse en un callejón sin salida tras la lesión de su cerrador estrella Mariano Rivera, cuando éste trató de fildear un elevado a los jardines, y al estrellarse contra el muro su rodilla quedó trabada en la franja de advertencia, por lo que sufrió una ruptura del ligamento cruzado anterior y del menisco de la rodilla derecha, que lo mantendría fuera el resto de la actual campaña.

Se acercó el mes de octubre y los Yanquis llegaban a los playoffs como líderes de su división tras una larga disputa por el banderín de la misma ante los Orioles de Baltimore, quienes en el último encuentro de la temporada regular cayeron por 4 carreras a 1 ante las Mantarrayas de Tampa Bay, cediendo así la posición de honor.

La novena neoyorquina jugaría el campeonato divisional contra el, aparentemente fácil, equipo de Baltimore, quienes caerían en el primero de la serie, disputado en su casa, por 7 carreras a 2. Al día siguiente Orioles ganaría el segundo de la serie con marcador de 3 a 2 y ésta se trasladaría a la "Gran Manzana".

Para los dos duelos siguientes en casa de los "Bombarderos del Bronx", la serie siguió cerrada, y mantuvo a los aficionados al filo de la butaca durante las 18 entradas que duraron ambos. El primero ganado por los locales 3 por 2 y el segundo con la victoria visitante por dos carreras contra una. Esto nos obligaba a un quinto y definitivo partido en Yankee Stadium.

CC Sabatia fue el pitcher encargado de completar la obra para los neoyorquinos. El zurdo de California lanzó la ruta completa, quizás un error costoso de Joe Girardi, permitiendo únicamente una carrera, pero no fue suficiente para la visita, que permitió tres y sucumbió ante el embate yanqui.

La escena de Girardi, manager de los neoyorkinos, corriendo hacia el encuentro con su pitcher tras lamentable situación de lesión, en mayo pasado, de Rivera, es una copia fiel de la que el mismo entrenador tuvo que vivir con la lesión que sufrió su parador en corto titular, Derek Jeter, tras lanzarse hacia su costado izquierdo tratando de impedir que una bola se internara entre él y la segunda base y evitar así un hit de los Orioles de Baltimore en el juego decisivo para definir al campeón divisional de esta temporada en la Liga Americana.

Así, los "Mulos de Manhattan" llegaban a la disputa por el Campeonato de la Liga Americana, pero a pesar de este pase la humillación por la barrida ante los Tigres de Detroit los puso de cabeza. Si bien no era la primera ocasión en que los Yanquis caían en una serie divisional en postemporada, resulta grotesco y alarmante la manera en como lo hicieron en esta ocasión. La novena neoyorquina sencillamente no dio pelea en su debacle.

Girardi no supo alternar a sus lanzadores y el "día más" de descanso que obtuvo Sabatia tras la suspensión por lluvia del cuarto juego no les sirvió de nada.

Robinson Canó y Alex Rodríguez, supuestos poderíos en el orden al bat neoyorquino, únicamente batearon un hit cada uno en toda la serie y el porcentaje de bateo acumulado del equipo durante la misma fue de un mísero .191.

La descomunal barrida propiciada a los Yanquis nos arroja más datos contundentes para aclarar por qué los "Bombarderos" no están en la Serie Mundial: 6 carreras en 39 innings, 22 hits en 140 turnos al bat, 15 entradas seguidas sin conseguir una sola anotación (entre los juegos 1 y 3). Sin duda alguna, quizás tranquilamente puedo afirmar que aquella "Casa que Ruth Construyó" a base de batazos sólidos, los Yanquis de hoy la están destruyendo.

Aunque como aficionado yanqui me duela, no puedo entender ¿cómo es que Nueva York pretendía pasar por encima de los Tigres de Detroit cuando no fueron capaces de estar ni un solo inning al frente en los cuatro juegos de la serie?

El New York Post reveló que Rodríguez, en pleno primer juego de la serie contra Detroit, se puso a coquetear con una modelo australiana que estaba sentada detrás de la caseta de los Yanquis, inclusive lanzándole una pelota pidiéndole el número de teléfono. Por lo que después de la eliminación del equipo, el mismo diario estampó sobre una pelota de beisbol en su portada del viernes pasado lo siguiente:

"Queridos Yanquis: ¡No salimos con perdedores!".

También la apatía de los seguidores de los Yanquis fue otro factor alarmante. No llenaron el estadio en sus últimos tres juegos de postemporada, por lo que Quintin Berry, jardinero de los Tigres, se atrevió a afirmar que hoy en día el Yankee Stadium "es un lugar demasiado fácil para jugar". Pero este no es el único problema para Brian Cashman, gerente general del equipo del Bronx.

Los líderes del equipo ya están avanzados de edad. Rodríguez tiene 37 y Jeter, Pettite y Rivera están por alcanzar los 39, 41 y 43, respectivamente. "Nos estamos poniendo viejos", declaró recientemente Andy.

El pasado viernes, al llegar a casa leía una nota en donde Hal Steinbrenner, accionista principal de los Yanquis, declaraba lo siguiente: "Quizás nos quedamos cortos ayer, pero nunca nos ponemos a tener lástima por nosotros y nunca damos excusas. Ya pusimos en marcha el proceso para buscar la manera de ganar nuestro campeonato número 28".

Querido Hal: A pesar de tus buenas intenciones, el sinsabor dejado por los Yanquis en esta serie de campeonato ante los Tigres no se puede quitar de la noche a la mañana, Por lo que no puedo dejar de recordar la frase que Ángel García Toraño publicaba el jueves después de la debacle:

"Los bombarderos, fueron bombardeados".

robertorodriguez_1@hotmai.com

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