Todos habremos oído lo del burro hablando de orejas así como lo del elefante en una cristalería. Pues bien, ambos animales son símbolos o íconos de los partidos políticos demócrata y republicano, demostración de que en Estados Unidos los candidatos no son tan solemnes o quisquillosos como los latinos que guardan, hasta ahora, una seriedad rayana en lo monacal. En efecto, al presentarse Andrew Jakson en 1828 como candidato a la Presidencia sus adversarios, lo denostaron señalándolo como un asno por sus tintes populistas y el utilizar el lema Dejemos que las Personas Gobiernen. Andrew no sólo no se molestó sino que aprovechó el mote de asno utilizando, con suprema inteligencia, la imagen del jumento como símbolo de su campaña electoral. Tan es así que lo plasmó en sus carteles de propaganda.
En lo referente al Partido Republicano, en tanto, el elefante surge como símbolo para representarlo en las contiendas electorales atendiendo a las fábulas de Esopo. (Esopo fue un fabulista griego que vivió en el siglo VII a. de C. Su existencia es semilegendaria; estaba dotado de un ingenio brillante y mordaz; se dice, que era tartamudo y jorobado). Imaginen a un paquidermo moviéndose en un lugar donde abundan los cristales, cualquier movimiento produciría con su corpulencia vidrios quebrados a la diestra y a la siniestra. En fin, un burro, es el animal más terco y bruto que acompaña al hombre sobre la faz de la Tierra, mientras los republicanos actuando como elefantes, se dice, han querido apoderarse del mundo. Actualmente son la potencia bélica más poderosa de todos los tiempos.
Andrew Jackson fue el séptimo presidente en llegar a la Casa Blanca. Tenía una voluntad feroz y temperamento salvaje. En mayo de 1806, originado por un mal entendido en apuestas de carreras de caballos Charles Dickinson llamó a Andrew un canalla despreciable y cobarde, desafiándole a un duelo. El arma de Andrew se trabó en tanto Charles falló su tiro. lo que no fue obstáculo para que al destrabar su arma Jackson disparara no obstante que técnicamente había perdido su turno. Esto permitió a su oponente disparar en una segunda vez, rompiéndole dos costillas.
En esos lejanos años los desafíos se daban entre gente de pro y los que participaban no recibían castigo alguno. Los duelos, con el guante rozando la cara, los padrinos que concertaban las reglas a que debían someterse los protagonistas, fueron cayendo al paso de los años en desuso. A la fecha se contrata a un matón que por unos cuantos pesos se encarga de zanjar el asunto. Ya sea golpeando al rival dejándolo para el arrastre o acabando cosido a puñaladas. Los tiempos románticos en que la ofensa se cobraba frente a frente quedaron en el pasado.
El día de hoy, se celebrarán los comicios para elegir al nuevo Mister President, los sondeos muestran una cerrada carrera por el voto popular. El actual se dice que lleva una pequeña ventaja sobre su opositor, las encuestas del Washington Post muestran a Obama y Romney empatados con 48 por ciento. La de NBC y Wall Street Journal da 48 por ciento a Obama y 47 a Romney. La encuesta de la revista Político apunta a un empate; la del Centro Pew otorga un 57 para el actual Presidente frente a 47 para el otro.
La encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica en la repartición de votos de mexicanos, el republicano Mitt Romney obtuvo el 13.2 por ciento en tanto que el demócrata Barack Obama se llevó el 61.2.
En fin, esperemos los resultados oficiales, aunque creemos no habrá sorpresas, El mundo espera los resultados.
