No fue difícil, ni compleja, la votación interna del Partido Acción Nacional para seleccionar al candidato de este organismo político que jugaría en las elecciones constitucionales del uno de julio de 2012. Así, de poco a poquitos no se dificultaría la cuenta de votos y mucho menos la suma de los resultados definitivos a favor de cada candidato.
Todo en santa y franciscana paz, el evento electoral se desarrolló de acuerdo a los cánones establecidos para los comicios. Los ciudadanos electores sólo extrañarían la tardanza y la boruca de las votaciones federales, lo que obligó el comentario de algunos ciudadanos: "¡Vaya, así qué bonito: puros bien portados! ¡Más que mejor!
Obviamente el Partido Acción Nacional parió un acercamiento a los comicios ejemplares. Las mesas receptoras de sufragios sólo aceptaron la presencia de electores panistas, y de algunos observadores en discreta vigilancia, por aquello de no te entumas: fue una precaución obligada ante un probable 'encore' de aquellos bochornosos conflictos con las masas perredistas y petistas. Pero eso fue lo de antes, puntualizaría un paciente elector esgrimiendo la credencial electoral.
No fue dificil la contabilidad de los sufragios. Anunciaron los totales ante la explosión del júbilo blanquiazul y de la candidata Josefina Vázquez Mota quien dio a conocer las cuentas favorables. Luego asumió el triunfo con su ya conocida actitud triunfalista. Quizá no reflexionó en que la susodicha victoria estaba aún por definirse, pues los comicios internos del PAN sólo fueron una parte del procedimiento electoral. El triunfo parcial no daría para los tres partidos pues era exclusivamente blanquiazúl. Y tampoco beneficiaba a los partiditos que apenas asoman su nariz sobre la mesa de los sufragios.
Fue contundente doña Josefina al festejar su triunfo: "¡Seré la primera Presidenta de la República mexicana!" Su declaración festinó un éxito imaginario, que pudo ser calificado como "exageración falaz" por el precandidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto: "¡Tonterías, caballeros!" -dicen que reclamaba, preguntándo: "¿Qué no sabe doña Josefina que la primera presidenta de la República fue Guadalupe Victoria en el siglo diecinueve?
Entre tanto, Andrés Manuel López Obrador reclamaba sotto vocce: "¡Eto e un fraude, fraude, fraude!" al observar cómo el actual mandatario Felipe Calderón Hinojosa recorría el Paseo de la Reforma aupado en blanca cabalgadura: una estampa rememoradora de la actitud de don Francisco I. Madero del nueve de febrero de 1913.
Quizá el IFE siga un orden consecuente con su responsabilidad legal, la cual manda respetar la voluntad electoral expresada por los ciudadanos en las casillas de votación, y declare la victoria del candidato (a) que haya obtenido la mayoría de votos emitidos por los ciudadanos.
Hasta entonces será claro, verídico y legal el resultado de la votación del primero de julio del año 2012, convocada para elegir al Presidente de la República que gobernará del día primero de diciembre de dicho año al 31 de noviembre de 2018. Total y cuenta, como decía mi tío Manuel: Que sea lo que Dios quiera, siempre que nos tome bien confesados y bien escogitados.