COMO DE POLÍTICA están hablando y escribiendo todos, esta colaboración será dedicada a rememorar algunos estudiantes de la Preparatoria Venustiano Carranza en los distantes cincuentas.
EN ESOS TIEMPOS ya se encontraban estudiando en la PVC jóvenes muy inquietos y preocupados por los problemas de nuestra ciudad, entre otros: Martín Reyes Vayssade, (quien fuera fundador y líder de la Liga Espartaco y subsecretario de Cultura de la SEP), Pedro Ramírez Rubio. Héctor Nieto Araiz, (años después director del Registro Público de la Propiedad en el D.F.) Jaime Ramírez Amador, Pedro Sáenz Cepeda y Víctor M. Requejo (que fundó Hipotecaria Nacional una de las más importantes de México).
Para entonces, aquellos preparatorianos ya habían invitado a Porfirio Muñoz Ledo cuando apenas frisaba los 20 años de edad, como jurado del concurso de oratoria al que habían convocado. Como se esperaba, el concurso lo ganó Pedro Sáenz Cepeda.
UNA VEZ TERMINADA LA PREPA, Pedro Sáenz se trasladó a la ciudad de México para ingresar a la Facultad de Derecho pasando a formar parte de nuestra generación: la 55 de la UNAM. En lo personal, tuve el privilegio de convivir con Pedro muchas de sus aventuras estudiantiles.
Inquieto por naturaleza y gran conversador, nos contaba que había viajado a Nicaragua para incorporarse a la legendaria "Guerrilla Nicaragüense" que finalmente derroto al dictador Somoza. Muchos laguneros lo dudábamos.
A SU REGRESO de Nicaragua ingresó nuevamente a la UNAM convirtiéndose en uno de los líderes estudiantiles más activos, inteligentes y cultos junto con otros como Manuel Ibarra, Gustavo Carbajal, después presidente del PRI nacional, Carlos Ortiz Tejeda diputado federal por Torreón, Porfirio Muñoz Ledo, Martín Reyes, Pedro Vázquez Colmenares que fuera gobernador de Oaxaca y Alfredo Bonfil posteriormente líder nacional de la CNC.
A TODO ELLOS les gustaba orquestar un día sí y el otro también, movimientos estudiantiles en contra del gobierno federal, los pulpos camioneros de Figueroa, las autoridades universitarias y el Gobierno del Distrito Federal.
PERO AÚN HAY MÁS. En aquellos tiempos Pedro Sáenz era un asiduo asistente a las tertulias políticas que organizábamos en el departamento de mi madre en las calles de Herodoto de la Colonia Anzures en el Distrito Federal en donde por azares del destino frente a nuestro departamento y en el mismo edificio, vivió una temporada el guerrillero Fidel Casto Ruz con algunos de sus correligionario y al que visitaban otros exiliados. Ahí trabó Pedro amistad con uno de ellos y que finalmente marcó su destino. Se trataba nada más y nada menos que de Ernesto Guevara, después conocido en el mundo como "Che Guevara".
TRIUNFANTE LA REVOLUCIÓN cubana se celebró un convivio en la Embajada del gobierno ruso en México al que asistió como invitado de honor el "Che Guevara". A la recepción y a instancias de Pedro fuimos invitados, entre otros: Carlos Monsiváis, Miguel González Avelar, Fernando Zertuche Muñoz, Juan José Arreola, Ernesto Cordero Amador, Martín Reyes Vayssade y por supuesto Pedro Sáenz.
Al brindis, el "Che Guevara" hizo enorme panegírico de la revolución triunfante e invitó a la juventud para que se incorporaran al movimiento de la Revolución cubana.
NI TARDO NI PEREZOSO Pedro Sáenz le tomó la palabra al guerrillero cubano. Tiempo después se fue a Cuba en donde durante once años fue nada más y nada menos que el secretario particular del "Che".
ESTO VIENE a colación como un reconocimiento de que en todos los tiempos han existido jóvenes rebeldes que por simple hecho de serlo han sido enemigos de las injusticias, de los abusos del poder y de la impunidad, venga esta de donde venga, pero muy especialmente cuando estas lacras emanan de los propios gobernantes. Desgraciadamente esas luchas y rebeldías de los jóvenes han sido, casi siempre, efímeras o llamaradas de petate de un día.
ES POR ELLO que hago mía y firmo sin reservas la propuesta que hizo Enrique Krauze ayer domingo en su artículo: "Un partido para los jóvenes", publicado en la página editorial de El Siglo de Torreón, en donde expone una propuesta a todas luces congruente e históricamente oportuna: Que los jóvenes tengan su propio partido político.
Esto es, que inicien la constitución de un verdadero partido político de la juventud, que le entre a la competencia electoral y puedan postular candidatos a cargos de elección popular igual que lo hacen los partidos políticos existentes.
¿PARA QUÉ ANDA la juventud pidiéndoles a otros que cambien a México, si ellos mismos pueden hacerlo por las vías institucionales existentes y que antes no había?
¿Y por qué no?
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