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Los reacomodos de las oposiciones en México

JUAN MARTÍNEZ VELOZ

Después de las elecciones del 1º. de julio, las oposiciones en México (PAN e izquierdas) han entrado en procesos de crisis o reorganización que expresan en contradicciones internas fuertes.

Intentaremos dar algunos elementos de análisis, reconociendo y respetando el derecho legítimo de los militantes de esos partidos a decidir sobre sus organizaciones.

En teoría, el de mayor crisis debe ser la del Partido Acción Nacional, ya que pierde la elección de presidente de la República después de 2 sexenios en el poder (2000-2012).

El 1º. de julio fue relegado a 3ª fuerza electoral, aunque se mantiene como primera minoría (por sí solo) en las Cámaras de Diputados y Senadores y sólo logró conservar los estados de Guanajuato, Baja California (Norte y Sur), Sonora y Puebla (en coalición).

Perdió Jalisco, Morelos en el reciente proceso electoral; aunque también en forma sorpresiva ganó la elección presidencial en los estados priistas de Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz. La crisis del PANse manifestó en varias formas; el apoyo abierto del ex presidente Vicente Fox a la candidatura de Enrique Peña Nieto, situación que jurídicamente obligaría al PAN a expulsarlo del partido (similar a AMLO en 2009 y su apoyo al PT); la formación de un nuevo partido “Concertación Mexicana”, por parte del ex presidente del PAN, Manuel Espino; la falta de apoyo fuerte a la candidatura de Josefina Vázquez Mota (JVM) en los estados panistas de Jalisco, Baja California Sur, Baja California, Sonora, Morelos o en coalición de partidos; Puebla, Oaxaca y Sinaloa, que en su conjunto y gracias al “voto útil azul” definieron prácticamente la elección presidencial.

Hay muchas preguntas que merecen una explicación, ¿Fue mala candidata presidencial JVM? ¿Los gobernadores de esos estados apoyaron a candidatos de otros partidos? ¿Qué papel jugaron los delegados del Gobierno federal en esas entidades?

La opinión pública merece una explicación razonada de estos puntos.

En las izquierdas, la crisis poselectoral ya tuvo también sus primeras manifestaciones; la decisión unilateral del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de formar un partido político (MORENA) distinto a la Coalición del Frente Progresista que lo apoyaron recientemente en la elección presidencial (PRD, PT y “Movimiento Ciudadano”).

El hasta hoy Jefe de Gobierno del DF Marcelo Ebrard Casaubòn, (MEC) anunció también (con mucho tiempo de anticipación) que buscaría candidatura presidencial del 2018.

Tanto AMLO, como MEC, con sus actitudes unipersonales están dividiendo a las izquierdas, ya que no hay razonamientos o discusiones serias que justifiquen la formación de nuevos partidos (antes de que el PRD o una coalición de izquierdas gobiernen México), así como una candidatura presidencial anticipada.

Tampoco han tomado en cuenta la opinión de líderes históricos de las izquierdas como el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, ni los dirigentes formales de la coalición de partidos que los han apoyado por muchos años. Lo que revela su desconocimiento grave de la historia de México, dado que la izquierda, aunque oficial y ligada al PRI, mejor reconocida en México es la del Cardenismo.

La crisis de las izquierdas se debe ante todo a la intolerancia, ambición y falta de gratitud de sus dirigentes, no a que el pueblo mexicano generoso les haya retirado su apoyo en las elecciones presidenciales del 1o. de julio.

Si bien la Coalición Frente Progresista perdió algunos puntos porcentuales en relación a 2006 (3.67%) conserva una importante fracción del electorado (más del 31%) que cree en esa opción política. AMLO y su “ahijado político” MEC, deberían reflexionar y pensar más que en formar otros mini partidos y candidaturas presidenciales anticipadas en cosas más relevantes para México como: * elevar el salario mínimo de los mexicanos; * cómo ayudar a las víctimas del delito; * llevar a votar a el 38% de ciudadanos de la lista nominal que se abstuvo en la recientes elecciones (voto obligatorio); * lograr la ciudadanía a los 16 años;* organizar una coalición de gobierno donde la izquierda se parte en proporción a su fuerza electoral;* ayudar a que la Ciudad de México tenga su propia constitución política local;* colaborar con los pocos estados que ganaron el 1º. de julio para que sus gobiernos no terminen con “historias negras” como Chiapas, recientemente, Zacatecas y Tlaxcala.

juanmtz.veloz63@gmail.com

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