EL OTRO REZAGO COMPETITIVO
La pujanza económica, el progreso social y la evolución constante de la ciencia y la tecnología de hoy son fruto de 250 años de historia económica, desde que Adam Smith y su liberalismo económico llegaron a la escena junto con la revolución industrial y la independencia norteamericana consolidaron las bases de la economía moderna.
Sin embargo, el desarrollo de condiciones económicas como la creación de un clima favorable de negocios para las empresas, avocarse a la reducción de costos totales mediante el estimulo fiscal o energético, la inversión en infraestructura el desarrollo de programas que incentiven la calidad de mano de obra o la consolidación de bloques comerciales no es la única responsabilidad del gobierno en turno en cualquiera de sus niveles, el desarrollo de factores competitivos cuya finalidad es la productividad o la eficiencia económica no son suficientes para consolidar la mejora de una nación; también, los gobiernos deben contribuir a fomentar sistemas políticos que promuevan el bienestar humano basados en el consentimiento de los gobernados, así como contribuir a fomentar sistemas económicos que extiendan los beneficios de la ciencia, la tecnología y la división del trabajo a todos los habitantes de un país y el contribuir a mejorar la condición humana de quien menos tienen.
Debido a que estas condiciones no se están cumpliendo en el mundo en general, vemos como está siendo cuestionado seriamente el neoliberalismo económico por todo el orbe, el error de fondo en este modelo está en el hecho de que si bien es cierto la apertura en todos sentidos y la flexibilidad aplica para las empresas y consumidores, estas reglas de juego no se aplican a gobiernos, generando una contradicción natural dentro del sistema económico.
En México, por ejemplo, no es suficiente presentar cifras que hablan de un crecimiento en la balanza comercial que alcanzó los 700,000 mdd, y que la nación está dentro de las 15 economías más importantes del mundo en materia de comercio exterior, no es suficiente presumir que se cumplirá este año con la meta de crecimiento económico de 3.5%, como lo manifestó José Antonio Meade, Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), si estos resultados no contribuyen a la mejora del nivel de vida de la población. Mientras que por otro lado el también mexicano y Secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, José Ángel Gurría, manifiesta que la economía a nivel mundial "se enfrenta a un peligroso coctel que es una mezcla de crecimiento débil con desempleo persistente. De ahí que no sea casualidad que exista a en el mundo un problema de desempleo 50 millones de desempleados en países desarrollados aunado a un crecimiento débil de las economías generando grandes desigualdades entre países.
Es evidente la contradicción existente entre competitividad social y económica dentro de todos los sistemas económicos actuales y por eso la trascendencia de los análisis como el presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) que presenta su Informe sobre Competitividad Social en México 2012 que da una visión de la competitivida desde una perspectiva diferente a los temas puramente económicos, y de ahí la importancia del documento que muestra la otra cara de la moneda, analizando variables como el nivel de acceso a servicios de salud por parte de la población, la ausencia de trabajo infantil en el sistema económico, los años promedio de educación, el ingreso laboral per cápita y las condiciones de las prestaciones laborales a que acceden los trabajadores formales, el objetivo es analizar, tanto estados y las principales ciudades de México utilizando la perspectiva del trabajo como eje rector del análisis de competitividad social, para medir el impacto de acontecimientos sobre el bienestar de las personas en el corto plazo.
La premisa central del enfoque social consiste en analizar la educación, la salud y el ingreso, indicadores generadores de bienestar por excelencia para una sociedad bajo un entorno de trabajo impulsor de capacidades básicas para el desarrollo humano.
Según el Indice de Competitividad Social, Nuevo León se ubica en el primer lugar de competitividad social, mientras que Coahuila se ubica en el segundo sitio. Sin embargo, esto no ocurre igual para las ciudades que integran La Región Lagunera: Gómez Palacio, Torreón y Lerdo, ninguna de éstas aparece en el índice, lo que deja entrever que la región muestra fuertes rezagos sociales. En términos de ciudades, primero se encuentra Chihuahua y le sigue Saltillo, después Querétaro y Hermosillo.
De acuerdo a los planteamientos de Jeffrey Sachs economista e impulsor de las metas del milenio programa de Naciones Unidas el sistema económico debe modificarse y tomar como principales variables de los temas económicos por encima de crecimiento y las exportaciones el combate a la pobreza y la marginación.
