El matador Juan Pablo Sánchez recibió una cornada durante la corrida de toros en la Plaza México. Los toros echan a perder la fiesta en la Plaza México
El peor escenario que se le puede presentar a un torero ocurrió este domingo en la Plaza México, no hubo materia prima para lucir en el ruedo. Eulalio López "Zotoluco", Julián López "El Juli" y Juan Pablo Sánchez se toparon con un encierro sin opciones de la ganadería de Fernando de la Mora; el criador no fue protagonista del regreso soñado al coso capitalino.
Sánchez sufrió una cornada en el muslo izquierdo de dos trayectorias y el festejo se convirtió en un mano a mano entre la primera figura de aquí y la de allá.
"El Zotoluco" patentó la etiqueta de maestro del toreo. El primer ejemplar de su lote fue el que más se dejó echar mano del encierro. Con pulso exacto, hizo casi imperceptible el punto de debilidad del astado, ante el que dibujó muletazos largos y templados; las mejores, por pitón derecho, el lado más potable del toro. Pinchó Eulalio y le sonaron palmas. Al segundo de su lote, deslucido y sin transmisión, también le robó muletazos de calidad, pero volvió a fallar con los aceros y lo silenciaron.
Como primer espada del cartel y director de lidia, pasaportó a "Barranqueño", el ejemplar que corneó a Juan Pablo. La México esperaba a "El Juli" y el madrileño hizo todo por corresponder a los aficionados. Siempre por encima de los toros que le tocaron en suerte, el primero rebrincaba, llevaba la cara arriba y regateaba las embestidas, López se metió entre los pitones y le robó series con mérito. Pinchó y salió al tercio. Con el quinto toreó con temple, pero dejó una ración de acero defectuosa y no hubo premiación.
Como dicta el Reglamento, se enfrentó a "Fina Estampa" en lugar del torero corneado, pero éste fue otro toro sin posibilidades y "El Juli" deberá esperar al 5 de febrero para cortar un trofeo. También había expectación por ver a Juan Pablo, quien no se acomodó con la capa pero, tomó la franela y firmó derechazos con dimensión, templados. Se presentía la faena de altos vueltos, mas dio la impresión que Sánchez dejó un espacio de luz, el toro se le coló y le caló el muslo izquierdo. El diestro hizo la evidente seña, llevaba la herida, se acercó a las tablas, donde su apoderado Fernando Lozano improvisó un torniquete con la corbata, regresó el torero a la cara y firmó un par más de tandas.
Minado, se tiró a matar, "Barranqueño" lo prendió y lo trajo colgado por angustiosos minutos en el pitón derecho.