EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Los tres monos

GILBERTO SERNA

Dando la vuelta por un conocido supermercado lugareño, con las manos en los bolsillos, la mirada vagando entre los escaparates de las tiendas surtidas de mercancías, de pronto fijé la mirada en las estatuillas de tres monos y recordé antiguas leyendas.

Están representados en una escultura de madera, son los tres monos sabios o tres monos místicos. Cuenta la leyenda que los tres monos eran los mensajeros enviados por los dioses para delatar las malas acciones de los humanos con un conjuro mágico, cada uno tenía dos virtudes y un defecto, presentándose en el siguiente orden: Kikazaru, el mono sordo encargado de utilizar el sentido de la vista para observar a todo aquel que realizaba malas acciones para transmitírselo a Mizaru mediante la voz. Este era el mono ciego. No necesitaba su sentido de la vista puesto que se encargaba de llevarlos mensajes que le contaba Kikazaru hasta el tercer mono: Iwazaru que era el mono mudo encargado de escuchar los mensajes transmitidos por Mizaru para decidir la pena de los dioses que le caería al desafortunado, observando que se cumpliese. En los tiempos modernos serían la primera instancia, los tribunales de apelación y la Suprema Corte.

Las palabras compuestas Mizaru, Kikazaru e Iwasaru significan respectivamente "no ve", "no oye", "no habla". Una interpretación indica que para llegar a la sabiduría una persona debe, negarse a escuchar maldades, negarse a ver maldades y negarse a decir maldades. Entre el pueblo el sentido era "rendirse" al sistema, un código de conducta que recomendaba la prudencia de no ver ni oir la injusticia, ni expresar la propia insatisfacción. Los tres monos sabios o tres monos míticos están representados en una escultura de madera de Hidari Jingoró situada sobre los establos sagrados del santuario de Toshogu construido en honor de Tokugawa Ieyasu, en Nikko al norte de Tokio, en Japón. (No tienen nada que ver con los mozos que en las Plaza de Toros vestían de blanco con un pañuelo rojo rodeando el cuello que eran los encargados de rastrear la arena terminada la faena encadenando al noble animal que sería arrastrado por las mulillas fuera del coso taurino. Los llamaban monosabios.)

Otra interpretación señala que los monos eran espías enviados por los dioses para enterarse de las malas acciones de los hombres, por lo que se dice que la representación de los monos ciego, sordo y mudo debió surgir como medio de defensa mágico contra dicho espionaje. Las estatuillas que compré obviamente son tres, uno de los monos se tapa los ojos con sus manos, el segundo se tapa la boca y el tercero, los oídos. Creo que eso está pasando con la humanidad.

Los que se cubren los ojos para no ver lo que pasa con el vecino, alegrándose de no ser él mismo. Nos tapamos los oídos para no oír los gritos de los que nos piden ayuda, haciéndonos los desentendidos. No chistamos para reclamar las injusticias que las autoridades cometen a diario con las clases empobrecidas. Tratamos de no hacer el menor ruido para que no volteen a vernos disfrutando nuestra tranquilidad, mientras el resto sufre las inclemencias del olvido social. Sufrimos de un egoísmo social como no se había visto en el pasado. El éxito no lo compartimos aunque veamos la injusticia a nuestro alrededor. Ese el significado de los tres monos. Negarse a ver, negarse a oír y negarse a expresar nuestras ideas en un mundo hostil.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 780389

elsiglo.mx