Utilidad. La madera plagada pierde calidad, o al menos así es clasificada por las empresas forestales que la compran.
La madera plagada pierde mucho su valor en el mercado y solo es usada para tarimas, en la industria de la construcción como polines o para la elaboración de palos de escobas, señaló Luciano Morales Rivera, Comisariado ejidal de Otinapa.
Explicó que a mediados del año, cuando se vendieron los primeros metros cúbicos de madera plagada, el costo en el mercado era de 550 pesos por metro cúbico, apenas 50 pesos menos al costo de la madera normal.
Sin embargo, en las empresas forestales poco a poco se dieron cuenta que no tenía la misma calidad, por lo que el costo fue bajando a tal grado que ahora se paga a 350 pesos el metro cúbico.
La madera plagada que se está vendiendo a las empresas forestales, comenta el comisariado ejidal, solo sirve para la fabricación de tarimas porque su calidad no es óptima para muebles o molduras.
Esta razón ha provocado que algunos troncos, por lo delgado de los mismos, no sirvan para la elaboración de tarima y es vendido a la industria de la construcción como polines.
Otro uso que se les está dando es para la elaboración de palos de escoba o trapeadores, "no puede dársele otro uso", comentó .
Raúl Barraza Amstrong, dirigente de los silvicultores, dijo que en estos momentos, la madera plagada se usa para elaborar polines para los cercados en el campo.
Pero señala que su calidad sigue siendo buena, sobre todo cuando se trata de árboles de gran tamaño y que fueron derribados todavía vivos pero ya afectados por la plaga.
La madera plagada que proviene de árboles que fueron derribados muertos a causa del insecto, "esa ya presenta un mayor daño y su calidad sí demerita", dijo.
LUIS LOZANO / El Siglo de Durango