El arzobispo de Durango, Héctor González, dijo que promueve oraciones y súplicas "para alejar a los malos espíritus que nos invaden, por eso hay abortos, violencia...", esto al revelar que estuvo a punto de ser bajado de su vehículo por los jóvenes normalistas cuando se dirigía a Tepehuanes, en donde hace meses, civiles han sido detenidos por la policía de forma arbitraria, pues no llevan orden de aprehensión.
El líder católico expresó que desde hace dos meses se ha complicado la situación de violencia sobre los ciudadanos, quienes tendrán culpa o no, "son levantados arbitrariamente sin ningún documento, sin ninguna orden de aprehensión, y cuando los detenidos han dicho 'a ver, muéstrame la orden de aprensión', le responden 'para qué quiero, tal por cual, yo sé lo que tengo que hacer'".
Señaló que los policías sacan a los individuos de sus casas en la madrugada y hay como una docena en el Centro de Reinserción Social número uno (Cereso).
Por ese motivo se dirigía a Tepehuanes el martes pasado, y en su paso por la Escuela Normal J. Guadalupe Aguilera "se me vinieron encima los muchachos".
Dijo que eso también es violencia, pues las escuelas de todo tipo deben formar, educar en el bien, en el respeto y por la dignidad de las personas.
El Arzobispo compartió dichos hechos en la escuela primaria 'Jaime Torres Bodet', en el fraccionamiento Villas de San Francisco, durante un evento de la Presidencia Municipal para entregar la barda perimetral del plantel, habló frente a funcionarios, maestros y niños.
FUNCIONAN El Arzobispo precisó no ser "Dios
Ni de la Suprema Corte de Justicia" para ayudar a la gente, pero promueve "las oraciones y súplicas para alejar a los malos espíritus que nos invaden, por eso hay abortos, violencia".
Expresó al público que así como se hace un aborto, "desde acostar a la mamá, con un bisturí en el útero arrancar la piernita, la manita, la cabeza, etcétera, eso es lo que hacen los grupos violentos".
Condenó que desde que se abrieron las leyes a favor del aborto se ha incrementado la violencia. Héctor González aseveró que en las partes donde se ha orado ha crecido la paz.