"Hay que matizar el pesimismo europeo con un poco de Optimismo asiático."
Kishore Mahbubani
DAVOS, Suiza.- Muchos economistas, entre ellos Joseph Stiglitz, y algunos grandes personajes, como el financiero y filántropo George Soros, ofrecieron una visión sumamente pesimista de la situación del planeta en el Foro Económico Mundial que concluyó ayer. Los representantes de sindicatos y organizaciones sociales, como John Evans, secretario general del comité de asesoría sindical de la OCDE, advirtieron de una creciente desigualdad. En esto estuvieron de acuerdo con los indignados del movimiento Ocupar Davos, que hicieron un campamento de iglúes en este poblado de los Alpes suizos,
Sin embargo, la economía mundial creció en 2011 a un ritmo de 4 por ciento. La cifra se ubica "en el 20 por ciento de los años con mayor crecimiento de los últimos 50 años" según el economista Ricardo Hausmann de Harvard. Esta expansión surge fundamentalmente de los países emergentes. China está creciendo más de 8 por ciento al año y la India 6.5 por ciento. El propio columnista del Financial Times Martin Wolf, uno de los pesimistas, señala que desde que empezó la "crisis" en 2007 la economía de China ha crecido 60 por ciento.
Otros países asiáticos se están expandiendo a tasas cercanas. Incluso África está creciendo 6 por ciento al año. Aun los países europeos que han tenido buenas políticas económicas, como Alemania y Suecia, están creciendo y generando empleos. La expansión global se refleja en los elevados precios de los insumos industriales, como el petróleo y el cobre, pero no se ha traducido en una inflación exagerada.
La pobreza y la desigualdad en el mundo están disminuyendo al ritmo más rápido de la historia. Con el crecimiento de China, el resto de Asia y África, cientos de millones de personas han salido de la pobreza extrema. La expansión económica ha sido un arma mucho más poderosa para combatir la miseria que la caridad de gobiernos, instituciones multilaterales y multimillonarios filántropos como Bill Gates.
Pero si las cosas van tan bien, ¿por qué hay un ánimo de decepción que se reflejó en el Foro Económico Mundial de Davos con tal fuerza que los organizadores pusieron el modelo capitalista sobre la mesa de discusión? Porque los países que están perdiendo terreno son los que hasta este momento han dominado el planeta.
La economía de los países emergentes se expande, pero países como Francia, el Reino Unido, España e Italia están en recesión o estancados. Estados Unidos creció sólo 1.7 por ciento en 2011. Un desempleo creciente o estancado a niveles muy altos afecta directamente a parientes y amigos de quienes escriben en el New York Times, el Financial Times, Le Monde y El País o de quienes hacen comentarios en la BBC y CNN.
Parte del problema en los países en crisis ha sido autoinflingido. Cerca del 50 por ciento de los jóvenes españoles están desempleados, pero esto es en buena medida producto de una legislación laboral que hace demasiado caro contratar a cualquiera, especialmente a alguien sin experiencia. "Ningún país europeo tuvo una inyección tan fuerte de recursos para combatir los efectos de la crisis que España, 2 por ciento del PIB -según el nuevo ministro de finanzas español, Luis de Guindos--, pero el resultado fue un aumento del desempleo. Se olvidó la parte más importante: la reforma estructural." Efectivamente, sin un cambio a las leyes laborales crear nuevos empleos en España es imposible.
No estamos necesariamente viviendo malos tiempos. Como siempre, son buenos para algunos y malos para otros. Lo que pasa es que han sido malos para los privilegiados del pasado que tienen una voz muy influyente.
México declinó organizar la fiesta de cierre del Foro Económico Internacional que cuesta 5.6 millones de dólares. Brasil fue el anfitrión. Por alrededor de la mitad, sin embargo, el gobierno mexicano construyó un pabellón en un estacionamiento donde hizo varias cenas, cocteles y reuniones de trabajo.
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