El Manchester United buscará arrancar con el pie derecho. (Archivo)
El Manchester United se mide este miércoles en Old Trafford al Galatasaray, que llega debilitado por las bajas, en el primer encuentro de una Liga de Campeones en la que los ingleses se proponen hacer un buen papel tras el fiasco de la última temporada, cuando no superaron la fase de grupos.
Los de Alex Ferguson, siempre entre los favoritos al inicio de cualquier competición, quedaron apeados en la última ocasión antes de octavos, una circunstancia que confían en no repetir ahora en una liguilla en la que están encuadrados, además de con los turcos, con los rumanos del CFR Clujy y los portugueses del Braga.
El revulsivo que ha planteado el técnico escocés para esta temporada es el holandés Robin Van Persie, máximo goleador de la última Premier League.
A sus 29 años, el delantero cambió el Arsenal por los "diablos rojos" con el objetivo de levantar los títulos que le fueron negados a las órdenes del francés Arsène Wenger.
Un delantero incuestionable hasta ahora en el United, el inglés Wayne Rooney, quedó apartado del equipo por una herida en el muslo al inicio de la temporada, lo que Van Persie ha aprovechado para meterse en el bolsillo a las gradas de Old Trafford.
El holandés está al frente de la tabla de máximos goleadores de la Premier tras cuatro jornadas, empatado a cuatro tantos con el español del Swansea Michu, y previsiblemente liderará ante el Galatasaray un equipo que recuperará al defensa francés Patrice Evra.
"Robin tiene la experiencia europea que ha adquirido en el Arsenal. Espero que su capacidad goleadora nos aporte una capacidad de crear peligro adicional esta temporada", afirmó hoy Ferguson sobre el exatacante "gunner".
Además de Rooney, Ferguson cuenta para el choque con los turcos con las bajas de los defensas ingleses Chris Smalling y Phil Jones.
Será la quinta vez que el Galatasaray, que reivindica el apelativo del mejor club turco, se enfrente al Manchester United.
Los anteriores encuentros no son un buen augurio: tres empates y una sonora derrota dan poco lugar al optimismo.
