Recorremos el bulevar Miguel Alemán casi todas las mañanas para acceder a nuestro trabajo habitual y nos damos cuenta que como todos los días, el tráfico de la ciudad de Gómez Palacio es cada vez más denso y complicado. Llegar de la altura de las viejas oficinas de la Coca Cola hasta el cruce con la avenida Victoria...
Nos lleva alrededor de 10 minutos cuando, normalmente el tiempo estimado a una velocidad promedio de 40km/hr sería de cinco minutos. ¿Qué es lo que sucede? Como en la mayoría de las vías rápidas de nuestra bella ciudad, la sincronización de los semáforos es deficiente. ¿Por qué razón? Pues la verdad no lo podemos saber. ¿Es muy complicado el proceso? Al parecer sí, porque este problema no es de hoy sino de hace como 20 años.
Lo habíamos comentado en anteriores ocasiones, parece que los detalles pequeños en ocasiones son tan complicados como resolver los problemas financieros de un municipio, pero no es así, es un procedimiento sencillo que ayudaría a que la circulación sobre le bulevar fuera más fluida y con menos tráfico con el consecuente decremento de los accidentes.
Esto no quiere decir que no exista la responsabilidad de nosotros los conductores de respetar los límites de velocidad y las vías rápidas y lentas, que ciertamente como diría un famoso expresidente, muchas de las ocasiones no cumplimos, sobre todo porque la puntualidad no es una de las virtudes más grandes de la población al parecer.
Sin embargo una adecuada programación de los semáforos ayudara enormemente a la circulación, sobre todo cuando que al parecer no se necesita demasiado esfuerzo. ¿O sí?
¡Hasta la próxima!