Los bancos, las filas y sus desayunos
Durante mucho tiempo tuvimos la oportunidad de seguir muy de cerca el mundo de los bancos, debido a contar con un pariente dentro de las instituciones, no tanto por conocer de la bolsa y las inversiones. Conocimos desde cómo cobrar un cheque...
...hasta cómo la tecnología de hace 25 años hacía que los empleados salieran de su empleo hasta altas horas de la madrugada, desde luego había uno que otro que aprovechaba la situación para visitar algún lugar nocturno, mientras su esposa pensaba que estaban teniendo auditoría.
Platicar con los amigos relacionados de alguna u otra forma sobre las instituciones bancarias, llegamos más o menos a las mismas conclusiones: que antes los bancos eran más lentos en algunos aspectos, pero el trato a los clientes era más cercano y sobre todo muy eficiente.
Se ha modernizado tecnológicamente, los procesos son más rápidos, la estancia dentro del lugar parece por momentos más cómoda, los empleados que te atienden son más jóvenes, incluso atractivos o de buen ver, sin embargo el detalle importante parece ser el servicio.
¿Cómo es este servicio? ¿Antes no existían problemas? Si pensamos que antes no ocurría, vamos a llegar a la frase melancólica de que tiempos pasados, siempre fueron mejores y por supuesto que no es así, pero actualmente habría que considerar las largas filas, los errores de los cajeros dentro de estas filas, al acomodar a gente con un solo movimiento, con dos y confundirlos, no darle al cliente la asesoría necesaria, no hacer menos lenta y tortuosa la visita al banco, que no se vayan a comer los cajeros a la misma hora, además de que esté prohibido flirtear durante las horas de trabajo, ya que también cabe destacar que algunos clientes aficionados al motocross, es decir los cobradores, se tardan 25 minutos en los 28 movimientos que van a realizar y todavía se quedan platicando con la cajera guapa, para saber si van a ir a la feria este fin de semana.
Desde luego que existen diferencias entre unos y otros, por ejemplo existen algunos bancos que ponen sus sillitas muy monas para que usted se siente cómodamente mientras espera turno, eso sí le ponen unas pantallas con información que pudiera ser interesante, pero más aburrida que noticiero de media noche. Algunos otros, por ejemplo son los bancos estilo centro comercial, o sea que le gusta hacer filas para todo, al final termina el cliente sin ser capaz de distinguir si se debe ir a la fila de melón o de sandía, sin que ningún ejecutivo con su linda corbata los ayude. Otros tantos que tienen su servicio para cliente asiduo, ponen muchas sucursales, pero sólo dos cajeros, y uno de ellos es el que va por las gorditas y atiende al cliente VIP, con el que se tarda las horas, en el afán de ser servicial, termina por ser ineficiente en su trabajo con los demás.
Desde luego habrá sus excepciones, por poner un ejemplo, el cajero del BANORTE de la sucursal de Saltillo 400, desafortunadamente desconozco su nombre, pero en lo que él hace 20 operaciones, sus compañeras y compañeros sólo hacen 5, además de prestar un servicio eficiente. La señorita del BANAMEX sucursal la pestaña, a un lado del súper mercado, donde son amigos de López Obrador, atiende de maravilla, ya que al llegar al lugar uno es asesorado para tomar turno y saber exactamente lo que va uno a hacer, sin que lo regañen y lo formen en una fila que no es.
En fin, ésa parece ser la experiencia generalizada. ¿A usted cómo le ha ido?