MANO IZQUIERDA

Se nos ha enseñado durante la mayor parte de nuestra vida, si no es que toda, que el concepto de salud engloba más que una prevención una atención a cuando se está enfermo, si se tiene seguro, si se tiene un programa de seguros....

... si se puede atender en farmacias de menor costo, etc.

Sin embargo muy poca, en verdad muy poca gente se preocupa por lo que es la prevención y los cuidados que ello implica. Preferimos gastar en lo inmediato y no programar hacia el futuro, es cierto que la situación económica del país no da para ahorrar o para tener un guardadito por acá, pero también no se tiene la mentalidad de cuidarnos o tomarnos en cuenta.

Abundan en la Ciudad Jardín los negocios multinivel que se encargan de la salud, en específico la nutrición, individuos que llevados por la falta de empleo buscan una alternativa para brindar algunos centavitos de más a su hogar. También existen las personas que se involucran en el proyecto de una compañía y promueven los productos de calidad, aunque se salgan de los estándares permitidos y rompan de alguna manera las reglas establecidas para todos. Por supuesto existen además las personas que toman esto como un proyecto de vida y tienden a involucrarse en capacitación continua, consumen esos productos y se vuelven una muestra palpable para los consumidores de que siempre será mejor prevenir que lamentar.

Decimos todo lo anterior porque a veces menospreciamos este tipo de negocios, aduciendo que no son rentables y lo único que promueven es el enriquecimiento de otros, por aquello del multinivel, aparte de que de una compañía a otra se levantan falsos sobre la calidad de los productos ofrecidos, sin ningún sustento sólido.

Mi duda es, ¿será un verdadero negocio? ¿Es un plan de vida? ¿Lo devaluamos porque lo entendemos o nada más porque nos imaginamos? ¿Es la salud en este momento un negocio? Obviamente las preguntas las responderá usted mi estimado lector, sólo que no lo haga volteando para abajo y encontrándose con su prominente abdomen, habría que preguntarnos con conciencia y una buena reflexión si este tipo de situaciones no darán en el clavo al hacernos pensar un poco más como empresarios o microempresarios capaces de ser nuestros propios jefes aunado a ser un modelo de calidad hacia nosotros mismos y las personas que nos rodean.

Argumentos desde que no sirve, no bajo de peso, están caros, conozco a una tía que le hicieron daño, me aburro, no soy contante, son comentarios vertidos por la gente que los consume. No es para mí, prefiero mi Afore, un sueldo segurito, me pagan prestaciones, etc., son otros de los argumentos utilizados por varios de nosotros para explicar por qué ese tipo de negocios no son para mí.

Efectivamente existen en nuestras ciudades de la Comarca Lagunera de Durango personas que invierten en este tipo de negocios, lo cual nos da gusto, y los invitamos a que sigan con esa labor, que en ocasiones es titánica, pero tan necesaria en una población cada vez más obesa, deprimida, sin empleo y con el kilo de huevo por los cielos.

Por lo pronto yo me siento magnífico. ¿Pregúntame cómo?.