Existe un anuncio en la televisión en el que el otrora aclamado maestro de yoga de televisa dice: "Arriba el colesterol bueno, abajo el malo", anunciando un aceite bajo en colesterol y muy bueno para preparar los alimentos,
Con una cara de relajación y tranquilidad que muchos envidiarían.
Esto viene a colación debido a la atención brindada por los socorristas de la Cruz Roja de Gómez Palacio la pasada semana por uno de los múltiples alcances automovilísticos causados, dicen muchos de ellos por las obras de reparación del 11-40, que con sus señalamientos termina uno en Torreón cuando quiere llegar a Lerdo, o termina regresando al periférico. cuando lo que quiere ir es a la Soriana Centro.
Comento esto, porque me tocó presenciar un accidente en el que se vio involucrado el Doctor Soto Abraham que venía pensando en su operación, cuando provocó una carambola de tres bandas con otros tantos vehículos, saliendo bastante lastimada la conductora de un coche gris.
Primero, tardaron como dos horas en llegar, y al arribar al lugar saludaron efusivamente a los tránsitos, peritos y hasta le ayudaron con el tripie al ajustador que tomaba fotografías del percance, para después ayudar a la señora en cuestión, que primero salió regañada, para después llamarle la atención por indicarle a ellos lo que les aquejaba.
Según mis cálculos y los estudios de orientación vocacional, todos los socorristas tienen dentro de su perfil de personalidad una actitud de servicio y preparación para atender a personas en crisis, dándoles soporte y tranquilidad ante las situaciones de angustia y desesperación que pudieran hacer aparición, sin embargo, estos jóvenes, lejos de esto, dieron cátedra de saludos al estilo rapero, para después con toda la calma del mundo proceder a regañar a la pobre automovilista, que lejos de poner gorro les decía que era lo que necesitaba, es cierto, muchas de las veces no sabemos qué es lo que requerimos y más en estos casos, sin embargo, para cualquier manejo de crisis, siempre será indispensable dar confort y escuchar al herido o lastimado, según sea el caso, al menos eso dice el manual de emergencias.
Solo un recomendación, igual esta fue la excepción, pero me parecería adecuado que de vez en cuando tomaran un curso de manejo de crisis, o de perdido de rapidez en la atención, y no tanto de cómo saludar al estilo cachún cachún ra ra a los peritos.
¿O usted cómo la ve?