La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) determinó mantener en 4.5 por ciento la Tasa de Interés Interbancaria a un día, pues si bien mejoró el balance de riesgos para el crecimiento económico, para la inflación permanece igual, aunque no descartó hacia adelante un relajamiento de la política monetaria.
En su informe, el banco central destacó que la actividad productiva del país continúa mostrándose resistente ante un entorno externo adverso e incierto. “Durante el primer trimestre de 2012, la actividad económica ha mostrado una trayectoria positiva”, resaltó.
El instituto central que encabeza Agustín Carstens refirió que las expectativas para el crecimiento de la economía mundial han mejorado marginalmente, aunque la renovada incertidumbre en los mercados de deuda soberana de algunas economías de la zona euro y la debilidad del sistema financiero europeo resaltan la existencia de importantes riesgos a la baja.
Mientras que en Estados Unidos la información oportuna continúa sugiriendo una expansión moderada, destacando el comportamiento de la producción industrial y las exportaciones.
En el caso de México, Banxico subrayó que durante los últimos meses la inflación general ha mostrado una tendencia a la baja, ubicándose incluso por debajo del consenso de las expectativas de los analistas de mercado.
Con esto, dijo, se ha revertido el incremento temporal que se observó de noviembre de 2011 a enero del presente año, mientras que la inflación subyacente continúa en niveles cercanos al 3.0 por ciento.
En ese sentido, el Banxico refirió que las expectativas de inflación permanecen bien ancladas.
“A partir de lo anterior, la Junta de Gobierno considera que la postura actual de la política monetaria es conducente a alcanzar el objetivo permanente de inflación de 3 por ciento, por lo que ha decidido mantener sin cambio el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día”, anotó.
Hacia adelante, dijo, la Junta se mantendrá atenta a la evolución de los mercados financieros internacionales, pues un mejor comportamiento de estos y considerando las perspectivas para el crecimiento de la economía mexicana y de la inflación, “en un contexto de gran lasitud monetaria en los principales países avanzados y emergentes, podría hacer aconsejable un relajamiento de la política monetaria”, anotó.
Cabe señalar que analistas mantenían posturas encontradas sobre la decisión que tomaría la Junta de Gobierno este viernes, toda vez que desde julio del 2009 el Banco de México ha mantenido estable el objetivo para la tasa de referencia en 4.5 por ciento.
CI Banco, CI Casa de Bolsa y el área de Análisis Económico de HSBC México descartaban una baja en su tasa de fondeo, mientras que Banamex estimaba una reducción de 50 puntos base para quedar la tasa de 4.0 por ciento.
En opinión de la Dirección de Análisis Económico y Administración Integral de Riesgos de CI Banco y CI Casa de Bolsa los buenos datos de inflación para la primera quincena de abril podrían ampliar las bajas registradas en las tasas de interés de bonos de largo plazo.
Sin embargo, “creemos que el Banco de México no anunciará una baja en su tasa de fondeo, lo que podría traer decepción en los mercados y provocar alzas en las tasas de interés de bonos de largo plazo al final de la semana”, dijo la víspera.
El economista en Jefe de HSB México, Sergio Martín Moreno, comentó en tanto que hasta el momento no existen las condiciones para hacer dicho ajuste a la baja, primero, porque no se está convergiendo a la meta de la inflación total, la cual puede llegar a un pico de 4.4 por ciento en septiembre próximo por la comparación de base.
Además, explicó, la brecha del producto –que es la tasa en la que se está creciendo con respecto a la tasa máxima que se debe crecer- se está cerrando ante la dinámica económica de recuperación y más aún si el Producto Interno Bruto (PIB) del país se acerca más a 4.0 por ciento.
