Las fuerzas de seguridad sirias renovaron hoy su ofensiva contra opositores en la norteña ciudad de Aleppo con helicópteros que abrieron fuego de manera indiscriminada sobre la población civil, denunciaron activistas.
Al menos 15 personas murieron en el ataque aéreo en esa capital financiera de Siria, indicó el Observatorio sirio de los Derechos Humanos, que también reportó enfrentamientos en Idlib y Dara, de acuerdo con reportes de la cadena de noticias Al Yazira.
Aleppo se encuentra bajo la mirada del mundo ante previsiones de que en esa ciudad tendrá lugar “la batalla final”, luego de que desde hace dos días cientos de soldados y tanques del ejército se han desplegado en sus alrededores.
Abdel Jabbar al-Okaidi, vocero del llamado Ejército Sirio Libre -integrado por soldados desertores que se han unido a la oposición-, informó que al menos un centenar más de tanques y vehículos militares llegaron este viernes y se estacionaron a las afueras de Aleppo.
Por su parte, los rebeldes también se preparan para lo que estiman será “la madre de todas las batallas” y continúan haciéndose de refuerzos y armas para hacer frente a la ofensiva militar, la cual esperan que estalle “en cualquier momento”.
Los opositores armados indicaron esta mañana haber capturado a por lo menos 100 efectivos del ejército y militantes leales al régimen durante los combates registrados la víspera en Aleppo, que se saldaron con la muerte de unas 35 personas.
La reivindicación opositora fue hecha en un vídeo difundido en internet, que muestra a decenas de personas acostadas boca abajo sobre el suelo, mientras un hombre que se presenta como miembro del Ejército Sirio Libre les pide identificarse.
La mayor parte de ellos dice ser soldado de las fuerzas del régimen y el resto que pertenecen a milicias favorables al presidente Bashar al-Assad, pero todos aseguran haber sido capturados en Aleppo.
La perspectiva de una feroz confrontación en Aleppo ha suscitado preocupación en la comunidad internacional, en particular en Reino Unido, cuyo gobierno pronosticó “una devastadora pérdida de vidas y un desastre humanitario” en esa ciudad siria.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, lamentó este viernes esta “escalada inaceptable de violencia”, mientras que el gobierno de Francia reaccionó “muy preocupado” por las previsiones de combate provenientes de Aleppo.
El portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, Bernard Valero, llamó a poner fin a la violencia y al uso indiscriminado de la fuerza por parte del régimen sirio, pues su concentración militar en Aleppo muestra que “Al-Assad se dispone a cometer una nueva masacre”.
De su lado, la Alta Comisionada de la ONU a cargo de los Derechos Humanos, Navi Pillay, se dijo “profundamente alarmada” por la suerte de los civiles en Siria y por la posibilidad de “una confrontación inminente mayor” en la segunda ciudad siria.
“He recibido informaciones aún no confirmadas de atrocidades, entre ellas ejecuciones sumarias y disparos de francotiradores contra civiles durante los recientes combates en Aleppo y Damasco”, refirió Pillay en un comunicado difundido en Ginebra.
Por separado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció que una parte de su equipo va a desplazarse de Siria hacia Beirut, capital de Líbano, en los próximos días, aunque sin precisar la razón del movimiento ni el número de su personal que se trasladará.
Precisó que sólo alrededor de 50 personas que trabajan para el CICR permanecerán en Damasco y que únicamente personal de la Media Luna Roja de Siria está presente en Aleppo.
