Cientos de empresarios y trabajadores participaron hoy en una marcha silenciosa en la capital italiana para denunciar los problemas generados por la crisis económica, entre ellos el aumento de los suicidios.
Convocada por asociaciones gremiales e industriales, la marcha con antorchas se realizó ante el Panteón de Agripa, un monumento de la antigua Roma.
Los empresarios denunciaron el excesivo peso de los impuestos y de la burocracia, la falta de inversiones por parte del gobierno y la falta de políticas para impulsar el desarrollo.
Los sindicatos denunciaron, por su parte, una situación “dramática” en la central región del Lazio, donde 1.2 millones de personas han ingresado a las filas del desempleo y de los nuevos pobres.
Maurizio Flammini, quien preside una asociación de pequeñas y medianas empresas, dijo que con la manifestación también se quiso recordar “a todas las personas, trabajadores y empresarios, que se han quitado la vida por la desesperación de tener que cerrar su empresa o perder el empleo”.
De acuerdo con datos difundidos la víspera por la organización Eures -red creada por la Comisión Europea para facilitar la movilidad laboral en la Unión Europea-, en Italia hay en promedio un suicidio diario ocasionado por la crisis.
En tanto, el centro de estudios de la Confederación de Industriales advirtió en su más reciente análisis mensual que aumentará el desempleo a causa de la recesión.
Estimó que en 2012 el Producto Interno Bruto (PIB) caerá 1.6 por ciento, aunque las cifras del gobierno prevén un descenso del 1.2 por ciento.
Por su parte, la Unión de Cámaras Industriales informó que en el primer trimestre del año debieron cerrar dos mil 600 empresas, mientras la Confederación de Comerciantes indicó que el 2012 es el peor año desde el final de la Segunda Guerra Mundial en lo que se refiere al consumo.