Meca del Cine. El actor ha recaudado en sus proyectos como director, prestigio y fortuna.
Mel Gibson sabe que las arrugas ya cruzan su frente, pero al mismo tiempo considera que está en una buena edad para conseguir logros, y la dirección de cine se lo ha permitido.
Con Corazón valiente, hecha en 1995, ganó el Oscar a Mejor Director; después de ellos volvió a la realización con La pasión de Cristo, taquillera en el mundo y Apocalypto, filmada en México.
"Estar detrás de cámara y tener esa visión más grande del todo, te hace menos indulgente en tu campo. Aunque creo que todo es importante, esto te permite tener otro tipo de logros, en especial a mi edad. Digo, puedes ver que tengo arrugas, es como decir que después de cierto tiempo, tienes que dejar de dar muchas cosas y avanzar", dice Gibson.
Gibson es uno de los varios actores, en la llamada Meca del Cine, que se han dado el lujo de brincar de estar frente al lente, a estar detrás de él, y que no sólo han acumulado aprendizaje sino también prestigio y fortuna.