Violencia. Alejandro Poiré, secretario de Gobernación señaló que mantendrá una comunicación constante en Tamaulipas.
Este municipio de Tamaulipas vivió ayer una de sus jornadas más violentas, por la cruenta lucha que mantienen los cárteles de las drogas, con el asesinato de 23 personas; nueve fueron colgadas de un puente y 14 decapitadas.
Tras la escalada de violencia en esa ciudad, elementos de las fuerzas federales y del estado adscritos al Grupo de Coordinación Regional Operativa de Nuevo Laredo decretaron alerta máxima y reforzaron la vigilancia en la demarcación.
El secretario de Gobernación (Segob), Alejandro Poiré, expresó al gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre, el respaldo de las fuerzas federales "para coadyuvar en la seguridad en el estado", uno de los más golpeados por el crimen organizado.
Ambos reiteraron su compromiso "para continuar combatiendo, en estrecha colaboración y coordinación, a los delincuentes responsables de la violencia que se ha suscitado en Nuevo Laredo", de acuerdo con un comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación. Añadió que el encargado de la política interna del país y el mandatario estatal acordaron además mantener "comunicación permanente" para dar seguimiento a este asunto.
La madrugada colgaron los cuerpos de cinco hombres y cuatro mujeres en un puente que comunica a Nuevo Laredo con Estados Unidos.
Luego que este hallazgo en el Libramiento Colosio, a las, Dentro del automóvil estaban 14 cuerpos decapitados envueltos en bolsas negras.
Tres horas después, en el puente peatonal adjunto a la Presidencia Municipal fueron abandonadas tres hieleras, dentro de éstas se encontraron las cabezas de los decapitados.
Versiones policiacas señalan que fue la respuesta del grupo criminal agraviado por los nueve colgados en el Libramiento Colosio. El Ejército asumió desde hace un año las labores de seguridad pública en la urbe debido a la corrupción y presunta colusión con el crimen organizado de las policías que actuaban en la zona.