De esas generaciones no digo que nos los haya, pero sí que cada vez quedamos muy pocos. Es seguro que de esos pocos, muy contados, recordarán la película que se desarrolla en una fantástica tierra donde habitan brujas, un espantapájaros (sin cerebro), un león (cobarde), y un hombre de hojalata (sin corazón), a ese lugar es arrastrada por un tornado una joven estadounidense, que interpretó la actriz Judy Garland. Se van los cuatro en busca de ayuda del misterioso Mago de Oz. Lo encuentran en una mansión en ciudad Esmeralda. Después de variadas peripecias, logran llegar hasta él percatándose que es un hombre detrás de una cortina. Muerta una de las brujas tienen que luchar contra su hermana, que le prende fuego al espantapájaros, que está hecho de paja, hierba seca y rastrojo, la joven apaga las llamas con una tina de agua mojando accidentalmente a la hechicera que se derrite, apoderándose de la escoba que entregan al mago quien con sentido común resuelve los deseos de los tres acompañantes de la joven.
Al hombre de hojalata le da un reloj con forma de corazón, al león le entrega una medalla al valor y al espantapájaros le da un diploma. En su espacio periodístico, Katia D' Artigues de El Universal, edición del viernes 20 de abril de este año, indica en su leída columna Campos Elíseos, que habiendo hecho una convocatoria para que los lectores envíen sus opiniones sobre las campañas políticas, un lector da su opinión, comentando que ha encontrado una curiosa analogía o semejanza entre los cuatro que participan como candidatos a la Presidencia de la República y los personajes ficticios del "El maravilloso Mago de Oz" empezando con Dorothy Gale, Josefina Vázquez Mota, chica que se siente desorientada en un mundo raro, acompañada de personajes que le causan más problemas de lo que le pueden ayudar. "Espantapájaros o Enrique Peña Nieto-busca al Mago de Oz para que le dé un cerebro.- Hombre de hojalata o Andrés López Obrador-para su República amorosa necesitará un gran corazón, por eso busca al Mago de Oz. León cobarde o Gabriel Quadri- Busca al Mago para que le brinde el Valor que necesita."
Bueno, dejando a un lado al Mago, que resultó ser un simpático personaje que ayuda a la joven, vayamos a el deseo expresado por algunos candidatos de lograr carro completo en la elección de diputados y senadores de un mismo partido político. O cuando menos el número necesario para mayoritear en las votaciones. O sea que Charles Louis de Secondat mejor conocido como el Barón de Montesquieu, famoso cronista y pensador político le daría, de enterarse, un patatús. Es considerado como uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más importante de la historia debido a su teoría de la separación de poderes, modelo que fue implementado en la mayoría de los países del mundo. Si no ayudan no estorben, decían la abuelas de antaño.
Dos mundos diferentes. El caso es que las dos cámaras legislativas actualmente integradas por distintas corrientes políticas, entre otras funciones, les corresponde la delicada tarea de crear un orden normativo que rija en nuestro país.
Viéndolo bien, lo que necesitamos es una elección democrática, limpia y transparente, en la que se dejen atrás antiguos procedimientos, con hombres capaces de sacar de una chistera lo que haya en el fondo de la chistera. Lo que sucede no se asemeja, por el momento, a las condiciones que prevalecían cuando Napoleón III intentó imponer un reino desde ultramar en una aventura que le costó a Maximiliano de Habsburgo perder la vida en el Cerro de las Campanas. La situación de México es grave si nos damos cuenta que se está por llegar a una situación financiera que está dejando en la calle a miles de familias, cierre de negocios lícitos, impunidad en la comisión de delitos, carestía en todos los órdenes, carencia de empleos, falta de trabajo (bien pagado), miedo en las calles y todos los horrores que pueda imaginarse. Una de las formas menos traumatizantes es evitar el fraude electoral, que quien obtenga mayor número de votos sea el que se levante con la victoria. Los mexicanos lo necesitamos sea cual sea la tendencia del ganador. México necesita, de una vez por todas, lavarse las manos para no ensuciar los votos.