‘Me siento bien amado’: rector de la Catedral de León
Por: José T. Méndez Valadez.
El rector de la Catedral Metropolitana de León, José Salomé Lemus Domínguez, describió paso a paso cada uno de los lugares que pisó el Santo Padre Benedicto XVI en su visita.
El Santo Padre dijo en Catedral sentirse amado por el pueblo de México.
La sacristía tiene cada uno de los muebles donde el Papa estuvo, incluso el escritorio con cubierta de mármol con el escudo grabado de la Diócesis de León donde el Pontífice firmó el libro de invitados distinguidos.
El padre Salomé dijo que el Papa sólo firmó el libro y que próximamente se dará a conocer a los feligreses.
“No escribió ningún mensaje en particular. Creo que el máximo mensaje fue su presencia misma en la Catedral donde se reunión con cardenales, obispos y arzobispos de América Latina”, señaló el padre Lemus.
El mismo lunes se reabrió la Catedral que después de la visita del Pontífice ha recibido un mayor número de visitantes que quieren ser testigos de cómo estaba la Catedral cuando la visitó el Papa.
El lunes no se tocó nada y ayer martes comenzaron a desmontar algunos objetos.
La capilla del Cristo Blanco, donde está la escultura de Cristo Rey esculpida en mármol blanco de Carrara, donde se localiza en Sagrario, y donde oró por cinco minutos el Santo Padre, estaba cerrado al público pero entró a.m.
El padre Salomé dijo que a su llegada a Catedral el Papa fue recibido por el Colegio Catedralicio integrado por 8 canónigos, más el padre Jesús Salazar, quien fue uno de los ceremonieros adjuntos.
El comité de recepción fue presidido por el presidente del Colegio de Canónigos Lucio Pérez Salas.
“Cada uno tuvo la dicha de saludar personalmente al Santo Padre, lo que nos llenó de una inmensa alegría. Recuerdo que le dije: Santo Padre lo amamos mucho. México lo ama”.
El padre Salomé dijo que el Santo Padre le contestó sonriendo: “Lo sé, me siento bien amado”.
El Papa se dirigió enseguida a la sacristía donde se revistió, para luego dirigirse a orar a la capilla frente al Sagrario.
El padre Salomé dijo que la capilla será reabierta al público en cuanto retiren los objetos que colocaron, como reclinatorio, alfombra, entre otros.