Nuevamente los culpables de la deuda de Coahuila son otros: El Secretario de Hacienda, los bancos voraces, los desleales subalternos. Son culpables los comunicadores como Ferriz de Con, los críticos como Guadiana, y los opositores panistas. "Los que están en contra de todo y a favor de nada", "los opinólogos que hablan sin saber", "los cerdos". Humberto Moreira es cualquier cosa menos inconsistente. En octubre de 2011, días después de haber videograbado su conversación con Sergio Fuentes, convocó a una conferencia de prensa para aclarar que "el ofendido soy yo". Esta semana nos repite la dosis, afirmando a los cuatro vientos que "no hubo-megadeuda, sino un megalinchamiento".
Así como hace meses en entrevista con Adela Micha, Humberto Moreira usó nuevamente a los medios para justificar su gestión sin entrar en detalles. Antes utilizó un folleto con fotos de sus principales obras, sin pormenorizar nunca el costo de cada una. Ahora el Profesor recurre a la aritmética sin contexto para seguir guiando a los ingenuos. "En seis años, Coahuila inyectó 55 mil millones de pesos en inversión, y sólo requerimos 35 mil millones en deuda". "De esos 35 mil millones, sólo 22 mil millones fueron contratados durante mis 5 años como Gobernador". "De esos 22 mil millones, 7,500 estaban autorizados por el Congreso, y el resto eran cortos plazos y cadenas productivas que no requerían autorización". Aprovechando la condescendencia de la mayoría de sus entrevistadores, el Profesor se quita millones de pesos de responsabilidad en cada frase. Con la gracia de un bailarín consumado, explica que unos millones los invirtió, que otros millones fueron debidamente autorizados, y que nunca se enteró del saldo restante.
El Profesor es un experto litigando ante los medios, respaldando argumentos débiles con frases estudiadas. "En Coahuila se hace lo que se debe aunque se debe lo que se hizo". "En Coahuila no hubo gasto, sino hubo inversión". "El que nada hace nada debe". El abuso de la retórica es suficiente para dominar en un noticiero, pero no para cambiar el juicio de la historia. Tanto quienes aún lo admiran en Coahuila, como quienes en el país se han solidarizado ante la muerte de su hijo, tienen que aceptar que en el mejor de los casos su gestión como Gobernador fue desordenada, opaca e irresponsable. Si Humberto Moreira desea limpiar su nombre, deberá ofrecer argumentos mucho más contundentes.
Voy por partes. En primer lugar, los 55 mil millones de inversión que refiere Humberto Moreira nunca han sido debidamente explicados. Si bien es cierto que su gobierno invirtió en importantes obras viales y en generosos programas asistenciales, el costo de éstos es muy inferior a los recursos que tuvo a su alcance. El diferencial es tal, que cuando el Gobierno de Coahuila renegoció la totalidad de la deuda en 2011, tuvo que regresar a maquillar la cuenta pública de 2010 (último año con Humberto como Gobernador). No quedó otra salida contable, pues una vez que los pasivos contratados por Humberto entraron a los libros del Gobierno, fue necesario inflar artificialmente en más de $10 mil millones de pesos los egresos reportados en 2010, ¡a pesar de que ya estaban contabilizadas todas sus obras! Con un manejo así de discrecional sobre los ingresos y los gastos, ¿qué habrá pasado en años anteriores?
Todo esto fue observado por la Auditoría Superior del Estado, pero nadie ha dado una explicación contundente. De hecho, el respaldo documental de la cuenta pública de 2010 se mantiene oculto. ¿Pedirá Humberto que lo transparenten?
En segundo lugar, no es correcto eximir de responsabilidad al Profesor por la deuda de "corto plazo". Es evidente que su gobierno abusó de esta figura para evitar rendir cuentas y permitir gasto discrecional. Para ser considerados "de corto plazo", estos pasivos debían ser pagados antes de concluir el ejercicio fiscal en que eran contratados, y su monto no podía superar al superávit previsto para cada año. Esto no ocurrió nunca. Al contrario, la deuda de "corto plazo" se refinanciaba permanentemente con nuevos créditos, y su monto superó por mucho el endeudamiento de largo plazo autorizado por el Congreso. Todo apunta a que esta estrategia formaba parte de un diseño financiero premeditado. ¿Tampoco lo sabía Humberto?
Humberto Moreira dejó la Gubernatura en enero de 2011. Días antes, en diciembre de 2010, Coahuila contrató cinco créditos con tres bancos distintos, por $7,500 millones. ¿Por qué la urgencia? ¿Para qué era ese dinero? ¿Para refinanciar pasivos de su gobierno, o para pavimentarle el camino al interino? ¿A quién culpamos?, ¿a los bancos, al Gobierno Federal o a sus subalternos?
Ojalá algún amigo de Humberto lo agarre desprevenido, y lo grabe dando sus razones de forma detallada y honesta.
Blog: http://bit.ly/gehry6
Twitter: @oneflores