Grandes mermas. El importar huevo arroja un 12 por ciento de mermas de acuerdo a estimaciones hechas por empresas avícolas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La importación de huevo es una de las más complicadas y caras entre los procesos de comercio exterior, aun cuando no haya barreras arancelarias, explican expertos.
En promedio, las mermas de un cargamento en los productos perecederos ronda el 8 por ciento, sin embargo, para el huevo, la estimación de las pérdidas aceptables se coloca en 12 por ciento del cargamento, según información del Grupo Ei, quienes apoyan la operación de importación de huevos de cinco compañías, entre ellas Bachoco.
Una vez que los blanquillos salen de la fábrica, donde no pasan almacenados más de 8 horas, necesitan mantenerse en refrigeración constante, por lo que el transporte necesita tener cajas refrigeradas, que encarecen el costo hasta 2.5 veces más que un embarque normal.
Siempre y cuando los huevos estén en condiciones adecuadas de temperatura pueden pasar hasta 40 días, sin embargo, si hay algún percance de logística y se pierde la calidad del aire, el cargamento se declara perdido en dos horas.
Además en los transportes, especialmente en el caso de los camiones o los trenes, se requiere una suspensión de aire para evitar que el producto rebote. Lo más sencillo en la transportación es el empaque, que no requiere más que el embalaje en los cartones que comúnmente se conocen, por lo que al menos en esta parte no hay requerimientos extraordinarios.