Messi temió una lesión grave.
Lionel Messi trató de tranquilizar ayer al mundo futbolístico al asegurar que se encuentra muy mejorado tras la alarma encendida la víspera en el Camp Nou, cuando cayó lesionado en el partido contra el Benfica y debió abandonar la cancha en camilla.
"Me encuentro bien, mucho mejor que ayer. Afortunadamente sólo fue un golpe, pero no sé si podré jugar el domingo ante el Betis", declaró el astro argentino en un acto publicitario de un patrocinador del Barça.
Tras el partido, el rosarino fue examinado por los servicios médicos del club azulgrana, y el último comunicado oficial fue recibido con alivio por la hinchada, al descartar una lesión de gravedad.
"El jugador tiene una contusión ósea en la cara externa de la rodilla izquierda. La evolución clínica marcara su disponibilidad para el próximo partido", informó el club. "Me temí lo peor por el dolor y lo que podría llegar a ser", dijo Messi, quien quiso responder a las muestras de cariño.