Del dicho al hecho, pese a la euforia inicial de sus trabajadores en larga resistencia, faltaría un largo trecho para que Mexicana de Aviación retomara el vuelo. El cálculo más optimista, sujeto a no colocarse más obstáculos en la pista, habla de junio.
Los asegunes apuntan a que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le diera largas a la expedición del Certificado de Vuelo requerido, aduciendo la exigencia de verificar la legalidad de los 300 millones de dólares colocados en la mesa, en cuyo escenario se reclamarían cartas de buena conducta de la Procuraduría Fiscal y de la Procuraduría General de la República.
En paralelo, de mantener su actitud contraria al regreso de Mexicana, por más que en público su titular se desgarre las vestiduras a favor de la competencia, la SCT le podría turnar a la Secretaría de Economía la tarea de verificar que Med Atlántica cumpla con la exigencia de ley de integrar al 75 por ciento del capital a socios mexicanos.
Más allá, lanzada al viento una solicitud de amparo por parte de Interjet, en afán simple de explorar si la SCT estaba haciendo efectiva la solicitud del juez del concurso mercantil, Felipe Consuelo Soto, de promover la devolución de slots y rutas de la línea aérea, existe el peligro de que ahora sí lo haga en serio.
Adicionalmente, se corre el peligro de que tanto Aeropuertos y Servicios Auxiliares como la administración del aeropuerto capitalino mantengan su rebelión a sujetarse a los términos de la reestructura de la deuda de la firma aprobados por mayoría, y exijan el pago al cien por ciento.
Como usted sabe, hasta la semana pasada el 85 por ciento de los acreedores había aceptado una quita de entre 80 y 82 por ciento, bajo el clásico "de-lo-perdido-lo-que-aparezca".
La deuda de 10 mil millones de pesos, pues, se reduciría a poco menos de dos mil.
En la ruta, además, al menos dos de los postores que se quedaron varados, es decir la Sociedad Financiera de Objeto Múltiple Unión Swiss de Iván Barona, se podrían inconformar con la designación del grupo español Med Atlántica para el rescate.
De hecho, la primera, vía su apoderado, Fausto Alzati, ya denunció lo que califica de trato discriminatorio por parte del juez Felipe Consuelo Soto.
Y si le seguimos, está latente, además, la posibilidad de que la Tenedora K, quien por acto de magia se quedó con el 95 por ciento de las acciones de la compañía aérea tras la graciosa huida de sus socios encabezados por Gastón Azcárraga Andrade, aumente su pretensión para cederlas, cuyo monto se había tasado en tres millones de dólares… por más que pagó mil pesos por los papeles.
Por lo pronto, éste y el conciliador del concurso mercantil, Gerardo Badín, tendrían que avalar el plan de reestructura de la deuda de la línea aérea, cerrando el concurso mercantil a que se acogió.
Colocado el convenio en la mesa, se abre un período para que los acreedores presenten inconformidades en su caso, cubierto el cual se cancela el concurso mercantil.
El caso es que aunque la quinta parte de los ocho mil 200 trabajadores de Mexicana de Aviación que quedaron en la calle en agosto de 2010 ya lograron colocarse en líneas aéreas nacionales o extranjeras, bajo la nueva perspectiva sólo habría empleo inicial para otro tanto.
La empresa regresaría a las pistas con sólo siete aviones, lo que en el más optimista de los casos reclamaría la recontratación de 100 pilotos, quizá 150 sobrecargos, y unos 300 trabajadores de tierra.
En los próximos meses el monto podría llegar a 150, 300 y 800.
La gran pregunta es quiénes serán los elegidos.
Se diría, pues, que la decisión del juez de abrir papeles que se consideran confidenciales para romper un círculo vicioso que se volvía asfixiante, fue un paso audaz… pero no definitivo.
La telaraña de intereses aún no se ha roto.
La sorpresa, a la llegada a la mesa de una cena convocada por el llamado "Grupo de los 10" (empresarios más prominentes de Monterrey) del gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, fue la presencia en el grupo del exsecretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, Jorge Tello Peón.
La explicación de los convocados, es decir el presidente de Cementos Mexicanos, Lorenzo Zambrano; el de Fomento Económico Mexicano, José Antonio Fernández; el del Grupo Alfa, Dionisio Garza Medina… fue que querían que el Ejecutivo estatal, a quien acompañaba el entonces aún secretario general de Gobierno, Javier Treviño Cantú, escuchara sus puntos de vista sobre el problema toral de la entidad federativa: la inseguridad.
Tello Peón trabaja en cuestiones de seguridad para Cementos Mexicanos.
La paradoja del caso es que tras la larga lista de recetas ofrecidas por éste, se le pidió sin más al gobernador sustituirlo por Treviño Cantú… lo que, pese a la presencia de éste, por más que se le había iluminado el rostro, aceptaría, sin remilgo alguno.
La inaudito llegaría segundos después, cuando el supuesto relevo marcó su línea, aduciendo que eso no estaba en sus planes.
Haga de cuenta que le lanzaron una bomba a la mitad del rostro o le dieron el boleto premiado de la rifa del tigre.
Treviño se iría días después.
PREMIO MAYOR
Ahora resulta que la presión de la Tenedora K, dueña del 95 por ciento de las acciones de Mexicana de Aviación, para que se declarara ya la quiebra de la empresa ante los titubeos de los inversionistas que se apuntaron para el rescate, obedece a una estrategia que le permitiría obtener el premio mayor sin comprar boleto.
Hete aquí que en el río revuelto la firma bajo cuya fachada está el fondo de inversión Advent, ya se apuntó para quedarse con los talleres de mantenimiento de la compañía aérea, única instancia que se ha mantenido activa tas la salida de las pistas de ésta.
De hecho, mantenida su tarea con los nueve aviones pignorados por Mexicana, y los siete propios de su flota que le quedan, además de trabajos de maquila solicitados por otras compañías, mantiene en nómina a 800 trabajadores.
La Tenedora K pagó mil pesos por los papeles de Mexicana.
CRECE TMM
En afán de posicionarse frente al anuncio de Petróleos Mexicanos de incorporar 32 nuevos buques abastecedores a su flota, de los cuales 21 deberán haberse construido en el país, Transportación Marítima Mexicana acaba de adquirir un astillero en el puerto de Tampico.
La intención es que en el corto plazo tenga la posibilidad de construir barcos.
La firma encabezada por José F. Serrano logró al cierre del año pasado una ganancia neta de 15.2 millones de dólares, pese a haber amortizado deuda e intereses por mil 503 millones de pesos, y haber constituido reservas para gastos asociados con un arbitraje.
Albertobach@yahoo.com.mx
Barrancoalberto@prodigy.net.mx