‘México lo vive todo entero’
Por: Víctor Hugo Larios Ulloa.
El Papa Benedicto XVI mueve a todo el Continente y desde Ecuador, Celso y Alba tomaron un avión para estar presentes cuando pasara por las calles de León.
“Estamos celebrando nuestro aniversario de bodas y 60 años de mi esposo y vinimos por la llegada del Papa”, contó alegre Alba Salazar, sentada junto a su esposo Celso.
Con un par de bancos, algo de comida y una bandera en amarillo y blanco con Ecuador escrito en letras negras, la pareja aguardaba afuera de Plaza Mayor desde el mediodía el paso del Vicario de Cristo.
Desde que llegó a sus oídos la noticia de que Benedicto vendría a México, Alba y Celso tomaron la decisión en Quito, la capital ecuatoriana.
La experiencia de ver a un Sucesor de Pedro no era nueva, pues Juan Pablo II también se paseó en su ciudad, hace ya 32 años.
A la sombra refrescante de un árbol y rodeados de otros creyentes, la pareja habló de las diferencias que perciben.
“Aquí está como más sonado, nosotros en ese tiempo éramos millón y medio de habitantes en Quito, claro que llegó gente de todas partes del Ecuador, pero aquí es mucho más”.
Rodeados de cientos de fieles leoneses, la pareja sudamericana dijo.
“Aquí como que se moviliza todo México, en cambio en Ecuador sólo fue en Quito. No fue tanta bulla”, expresó Celso Pazmiña y su señora, Alba complementó: “México lo vive todo entero”.
El 28 de febrero salieron de Quito, pasaron una semana en el Distrito Federal y “de camión en camión”, como Alba contó, conocieron el centro y el occidente del País.
“Fuimos a Guanajuato, estuvimos también por Dolores Hidalgo”.
Con un costo estimado de 8 mil dólares por todo, platicaron que aún les queda viaje por hacer: falta la escalada obligada al Cerro del Cubilete, para luego volver a Ecuador, después de haber visto pasar frente a ellos al Sumo Pontífice Benedicto XVI en León, una ciudad ubicada a unos 3 mil 463 kilómetros de Quito.
