La fecha histórica del 1º de diciembre de cada seis años se llevó a cabo. El Lic. Enrique Peña Nieto (EPN) tomó posesión como presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Un día previo al magno evento se anunció el gabinete inicial del nuevo presidente. No hubo grandes sorpresas entre los designados, la prensa nacional ya mencionaba a varios de ellos y el nombramiento sólo los ratificó. Se trata de un equipo de trabajo que combina la experiencia de sexenios priistas anteriores y de colaboradores cercanos al nuevo titular del Poder Ejecutivo. En lo particular me gustó la inserción de personalidades de "Liga Mayor" (ex gobernadores y ex secretarios de Estado) que le dan una imagen de gran experiencia, pluralidad y equilibrio regional al nuevo gabinete presidencial.
Para nuestro querido Estado de Coahuila de Zaragoza destaca la inclusión del ex gobernador Enrique Martínez y Martínez, en la Secretaria de Agricultura (SAGARPA). Un día anterior a su nombramiento comentábamos la necesidad de que el Norte progresista de México se hiciera presente en el gabinete EPN. Creo que el reclamo (por diferentes vías) llegó al nuevo presidente y tuvo el acierto y la sensibilidad política para escuchar.
El hecho le viene bien a Enrique (como le dicen sus amigos), porque lo proyecta al escenario nacional, donde el siempre ha querido jugar, pero sobre todo le favorece a Coahuila en un momento en que nuestra entidad atraviesa por una crisis de credibilidad en el ámbito nacional de la cual debe recuperarse lo más pronto posible.
La salida abrupta de Humberto Moreira (HMV) de la dirigencia nacional del PRI y la crisis mediática de la deuda han afectado grandemente la imagen de nuestro Estado, después han venido los temas de seguridad. Coahuila pasó en la prensa nacional de ser un ejemplo positivo en diversos aspectos a un estado conflictivo durante 2011 y 2012.
Hay que recuperar esa buena imagen de estado progresista y revolucionario que nos heredaron Francisco I. Madero y Venustiano Carranza y la clase empresarial y obrera pujante de Torreón, Saltillo y Monclova. Estamos seguros que Enrique Martínez contribuirá mucho a ello, al igual que el gobernador actual Rubén Moreira (deben invitar al PAN y a las izquierdas coahuilenses en esta tarea ¿Un Pacto por Coahuila, tal vez?). Coahuila debe estar de fiesta por la llegada de un coahuilense al gabinete; seguro no fue fácil, ya que nuestro estado no tiene un gran padrón electoral que fuera determinante en esa designación.
Otra designación interesante fue la de Rosario Robles ex Jefa de Gobierno del Distrito Federal en 1999-2000. Se trata de la incorporación de una ex militante de la izquierda mexicana al gabinete de EPN, lo cual le da una imagen de pluralidad y jerarquía política. Además seguramente le ayudará a que el nuevo Gobierno federal recomponga su imagen en el DF, entidad de la que el PRI se alejó desde hace muchos años y no ha podido reinsertarse con peso desde 1994.
El paso de Rosario Robles como Jefa de Gobierno en el DF no fue intrascendente. Su trabajo permitió que en el año 2000 el PRD mantuviera el DF en un escenario electoral adverso ante la "ola azul" a favor del PAN y Vicente Fox, sin demeritar los méritos que el candidato de esa época, Andrés Manuel López Obrador pudiera tener; en las elecciones mexicanas la imagen, buena o mala, del gobierno que se va es determinante en el resultado electoral.
La mejor actitud que AMLO pudiera tener frente a Rosario es de respeto a su trabajo, pues en realidad se trata de dos viejos conocidos y amigos ambos de un hombre generoso como lo es el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, de donde surgieron a la vida política nacional.
*El 1º. de diciembre no estuvo exento de incidentes en la capital del país. Al mismo tiempo que el presidente EPN realizaba su toma de protesta en el Congreso se organizaron diversas manifestaciones en la ciudad para protestar por el resultado electoral.
Sobre el particular podemos decir que creemos en un régimen de libertades con respeto al orden público. Nos hubiera gustado una actitud más madura de AMLO sobre el proceso electoral reciente, como la de los líderes opositores en Venezuela, Perú y Estados Unidos para dar una muestra al mundo de que la izquierda mexicana puede ser oposición constructiva. Hay que reconocer que el comportamiento de Miguel Ángel Mancera, Arturo Núñez, Graco Ramírez y Jesús Zambrano ha sido más institucional.
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