México es el país más peligroso del continente Americano para los profesionales de los medios de comunicación, asegura Reporteros Sin Frontera (RSF), que ubica al crimen organizado y al narcotráfico -además de los grupos religiosos-, como "un enemigo de primer orden contra la libertad de prensa en general y los periodistas en particular" en el año que acaba de concluir.
En su Informe Anual 2011 detalla que 97 comunicadores fueron asesinados en el mundo, 66 por su labor periodística; 11 de estos crímenes -cuatro de ellos contra internautas- se perpetraron en México, además de dos desaparecidos, cuyos casos permanecen impunes.
Alrededor de 15 más tuvieron que optar por el exilio "ante la inactividad e incluso complicidad de las autoridades, en una situación cada vez más alarmante para la libertad de informar".
La organización Reporteros Sin Frontera ubica a México en el cuarto escaño de una escala de cinco puntos, que va de condición buena a grave, pues en el país impera una "situación difícil". Al asesinato de comunicadores se suman crímenes y represalias contra internautas, además de ataques directos perpetrados contra medios.
Durante la presentación del informe, en la ciudad de Madrid, España, la periodista mexicana Rosa Isela Pérez ofreció a los presentes su testimonio desde el exilio, pues después de una década de investigar asesinatos de mujeres en su natal fronteriza Ciudad Juárez, Chihuahua, tuvo que salir del país para salvar su vida.
Rosa Isela asegura que "la libertad de expresión en mi país está pasando por uno de sus peores momentos", no sólo por el crimen. "Se reciben presiones y coacciones por parte de policías y militares, así como de servidores públicos", dijo.
La organización Reporteros Sin Frontera también critica la "corrupción creciente del poder político local, que no duda en eliminar a los periodistas o medios que estorban".
