México se vacuna

Gracias a las vacunas que recibió en un centro de salud comunitario en su natal Veracruz, José Luis se ha mantenido libre de enfermedades prevenibles. El estudiante de primaria es una de las 2.5 millones de personas en el mundo que con la inmunización se han salvado de morir cada año, según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Sin embargo, podrían prevenirse millones de muertes más por enfermedades (sobre todo en niños) si se optimizara el uso de las vacunas existentes, de modo que éstas estuviesen disponibles para cualquier persona que las requiera. Sin embargo, desde los años 90 muchos países en desarrollo afrontan problemas para mantener sus campañas de vacunación.

Para cambiar este escenario, la OMS aprobó este año junto a otras organizaciones internacionales el Plan Global de Vacunación (Global Vaccine Action Plan), con el que pretende garantizar hacia 2020 el acceso equitativo y universal de todas las comunidades humanas a todas las vacunas disponibles.

Entre las líneas rectoras del plan, en el que participa la Alianza Global de Vacunas e Inmunización (GAVI) destacan: movilizar más recursos para apoyar su adopción en los países de bajos ingresos; fortalecer la inmunización rutinaria, facilitar la transferencia de tecnologías de vacunas a naciones pobres y promover estrategias para reducir los precios de estos productos farmacéuticos.

"Se debe decidir no sólo a quién, sino con qué vacunas se tiene que apoyar a los más de 7 mil millones de habitantes del planeta", señala el médico mexicano Raúl Romero Cabello, quien recientemente se integró al comité de gobierno de la GAVI.

 25 ESENCIALES El investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM precisa que el Plan Global pretende que dentro de 10 años estén plenamente disponibles 25 vacunas básicas para toda la población humana. "Esto representa aplicar algunas decenas de dosis por individuo, desde que nace hasta la senectud".

En México está disponible la mayoría de las vacunas recomendadas por ese plan. Entre ellas se incluirán también (dentro de la Cartilla Nacional, a partir de septiembre) las que protegen del Virus del Papiloma Humano, en las variedades que producen cáncer cervicouterino. La lista completa puede consultarse aquí: http://www.birmex.gob.mx/informacion.html.

Ya se prueban también "vacunas" contra drogas como cocaína y heroína, pero éstas no funcionan con antígenos, sino bloqueando los circuitos cerebrales asociados con el placer que producen. Este año la Secretaría de Salud anunció que tenía la patente de una del segundo tipo, pero que estará lista hasta dentro de 5 años.

Otra vacuna ya disponible en el país es la anti-influenza H1N1 que se hizo estacional, de la cual México adquirió 22.4 millones de dosis y que comenzó a aplicarse desde octubre del año pasado en el sector público (el privado también compra esta fórmula a la compañías farmacéuticas).

En cambio otras vacunas, como la del ánthrax o la encefalitis equina, que se incluyen en la recomendación de la OMS, no se consideran prioritarias en nuestro país:

"La encefalitis equina no es un problema en esta zona del planeta, pero tenemos que trabajar en vacunar a quienes estén expuestos por viajar hacia las zonas endémicas. La meta es evitar que se disemine", explica el doctor Romero Cabello.

 PRODUCCIóN LOCAL El infectólogo del Departamento de Microbiología y Parasitología de la UNAM considera que la cobertura de vacunación nacional es adecuada y los recursos han fluido, pues México no figura entre los países que desde los años 90 han tenido problemas para abastecerse y aplicar las vacunas necesarias para su población.

El Plan Global de Vacunación es financiado por diversas instituciones internacionales, entre ellas la propia OMS y la Fundación Bill y Melinda Gates, pero sólo contempla los productos existentes en el mercado, no el desarrollo de otros nuevos, labor que se realiza tanto en laboratorios farmacéuticos como en universidades y centros de estudios.

No obstante, gracias a un convenio para la transferencia de tecnología del laboratorio MSD a Biológicos y Reactivos de México (Birmex), hacia 2013 el país podría fabricar la vacuna contra el VPH y así reducir los costos que implica sostener la cobertura a un millón 400 mil mujeres.

El convenio contempla que ambas entidades reciban la "materia prima" de las vacunas, es decir, las proteínas que inducen la respuesta inmunitaria (antígenos) para su formulación, envasado y distribución dentro del territorio nacional. Dado el alto costo que implica la investigación con vacunas (para desarrollar nuevas fórmulas, por ejemplo, contra el VIH) está plenamente justificado que Birmex colabore con la compañías farmacéuticas, opina el microbiólogo Antonio Lazcano, de la Facultad de Ciencias-UNAM.

"Habría que seguir el ejemplo de Brasil, cuya política de apoyo a la producción de antirretrovirales seguramente se transformará en una acción equivalente cuando haya una vacuna anti VIH efectiva disponible".

Jitomates para activar sistema inmunitario

El sector salud ya cuenta con vacunas contra los Virus de Papiloma Humano (VPH) causantes de cáncer cervicouterino, pero su costo de unos 174 pesos por dosis es una desventaja. Por ello, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) Irapuato alista pruebas clínicas con una fórmula obtenida de frutos como el jitomate.

Académicos del Departamento de Ingeniería Genética utilizan plantas de jitomate a las que introducen genes de organismos patógenos para que en sus frutos expresen proteínas (antígenos) que confieren inmunidad. Ya han logrado ensayos exitosos con una vacuna contra el VPH en ratones y ahora preparan el nuevo estudio con pacientes del Centro Médico Nacional Siglo XXI.

"Como no podemos competir con las empresas que producen vacunas, quisimos innovar e ir más allá. Así que preparamos una vacuna en un jitomate que no sólo es capaz de prevenir la enfermedad, sino que también podrá mejorar a los individuos que la padecen", comentó el investigador líder del trabajo, Miguel Ángel Gómez Lim.

Esta nueva técnica de inmunización, que esperan llevar al mercado en pocos años, permitirá reducir notablemente el costo de producción de este tipo de vacunas, además de elevar el número de dosis y facilitar su transportación.