"La desmemoria es un don que otorga Dios a los deudores para compensarlos por su
Falta de conciencia"
Ambrose Bierce
"El fin de la religión, de la moral, de la política, del arte, no viene siendo desde hace cuarenta siglos más que ocultar la verdad a ojos de los necios"
Enrique Jardiel
Hace algunos años realicé un buen número de entrevistas de alto perfil para esta casa editora y otros medios participantes en la Asociación de Editores de los Estados. Fueron tiempos de mucho trabajo y gran intensidad; tuve el placer de viajar y convivir con diversos personajes de la vida política, social, empresarial y cultural del país; de todos ellos aprendí valiosas lecciones. Al paso del tiempo, algunos se convirtieron en mis amigos.
Recuerdo con particular agrado la charla que sostuve con Lydia Cacho en la ciudad de Torreón cuando fue a presentar su libro, "Los Demonios del Edén". Lydia, una mujer en todos sentidos admirable, en aquella ocasión me platicó los difíciles momentos vividos al exponer de forma pública la red de prostitución y trata de menores en el estado de Quintana Roo y otras partes del territorio nacional. Recordemos que Lydia fue privada de su libertad y sometida a vejaciones de toda especie con la anuencia y pleno conocimiento del entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, quien al ser mostrado a la opinión pública en conversaciones con Kamel Nacif, se convertiría en el "gober precioso", mote que lo persigue hasta la fecha y es muy común en el argot político.
En aquel momento supe que Mario Marín era un tipo para el cual lo ético y moral no se encuentra en su lista de prioridades. Y por cierto, ¿qué se sabe de Mario Marín a últimas fechas?, ¿enfrentó a la justicia?, ¿pesan acusaciones en su contra? No, nada de eso. El señor -igual de campante que el muñequito de cierto whisky escocés- fue invitado a ocupar un sitio cercano al precandidato del PRI, Enrique Peña Nieto, en el marco de la visita de campaña del segundo al estado de Puebla. En otro país y en circunstancias menos surrealistas, Marín estaría en la cárcel. En México lo sentamos en el presiduim con el probable futuro presidente de México y en un descuido hasta se cuela al Senado. Nada tan conveniente como la impunidad que supone el fuero legislativo, y si no, pregúntenle al Niño Verde, otro eterno vividor del erario.
Y es que por desgracia somos el país de la corta memoria. A ver, va otro ejemplo: Arturo Montiel. Recordarás, querido lector, que hace algún tiempo el exmandatario mexiquense fue exhibido en un diario de circulación nacional por su presunto enriquecimiento ilícito: propiedades cifradas en millones de pesos además de jugosas cuentas bancarias. ¿Pesa hoy en día alguna averiguación en su contra? Nada de eso: fue invitado de honor a la toma de protesta de Peña Nieto, quizá su alumno más brillante y aventajado. Es que así se estila en el "nuevo PRI", supongo.
¿Alguien se acuerda hoy de los hermanos Bribiesca? Durante el sexenio de Vicente Fox, los hijos de Marta Sahagún cobraron notoriedad ya que de forma súbita y repentina obtuvieron contratos millonarios que les permitieron hacerse de no poco dinero y del que jamás ofrecieron explicaciones convincentes. Su estilo de vida desenfrenado y opulento los puso en la mira de los opositores de Fox. En tanto, el derroche y célebres dispendios de la señora Fox -su gusto por las marcas internacionales e indudable voracidad, uso electorero y poco transparente de recursos de su controvertida fundación, entre otros - quedan para la historia. No habría explicaciones ni admisión de culpa. Es que aquí no se estila.
No, no es conveniente para los políticos que el electorado tenga memoria. ¿O a poco a Humberto Moreira -quien por cierto a últimas fechas no se le ha visto bailar- le conviene que recordemos cómo endeudó a Coahuila sin dar explicaciones convincentes? La contratación ilegal de créditos, el abierto engaño a los coahuilenses y a la nación, el haber falsificado documentos oficiales y los treinta y cuatro mil millones de pesos que tendrán que pagar los contribuyentes de aquí a muchos años: todo ello es asunto que al PRI le gustaría que olvidáramos. Es más, los políticos no consideran necesario ofrecer explicaciones de tan lamentables hechos y hasta se dicen ofendidos. ¿O acaso algo de substancia dijo el gris Jorge Torres López, gobernador saliente del estado y comparsa de los Moreira, en su informe de actividades? No, no se usa. Inclusive se rumoró que el Don Humberto también iría al Senado, faltaba más.
O Luis Donaldo Colosio, de quien López Obrador hizo mención en recientes fechas en su visita a Magdalena del Kino al destacar que su muerte "le había dolido mucho". Salvo el 23 de marzo, fecha en que se conmemora su aniversario luctuoso, pocos lo recuerdan. Tampoco tienen presente las promesas de los distintos gobiernos emanados desde el salinato, en el sentido de resolver dicho asunto "sin importar quien cayese".
La desmemoria también alcanza los terruños del sol azteca. ¿Alguien me puede dar razón de René Bejarano? Porque no se nos olvide que el "señor de las ligas" es uno de los principales operadores políticos de Andrés Manuel López Obrador y sus huestes detentan un importante coto de poder en la capital del país."Mientras Bejarano sea capaz de inclinar la balanza a mi favor y acarrearme votos, qué mas da si su honorabilidad es puesta en duda". Son asuntos menores...
Como lo he expresado anteriormente, nada tan dañino y que comprometa el futuro de un país como la desmemoria y el olvido; nada tan conveniente para una clase política -toda- como un pueblo adormilado, poco participativo y preso en el vaivén de las promesas incumplidas y los discursos huecos que presagian paraísos y tiempos que sencillamente nunca llegarán.
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