Mi perro contra la obesidad
En muchos hogares un perro es más que una mascota, lo sabrán aquellos quienes se han divertido una tarde jugando con él, los que se preocupan porque no saben dónde dejarlo cuando se van de viaje, los que hacen lo imposible por llegar a la casa temprano para sacar a pasearlo, quienes hablan con él como si fuera otra persona y también los que se han desvelado al saber que está enfermo.
Esta última situación es una de las que más pueden llegar a preocupar a un dueño, por eso es importante que como responsables de su salud estemos siempre alertas para darle la mejor calidad de vida, uno de los mayores factores de riesgo para padecer diversas enfermedades es la obesidad.
Ante esta realidad surgen varias preguntas ¿qué podemos hacer para que nuestra mascota no sufra por tener unos kilos de más? ¿Cuál es la manera correcta de alimentarlo? ¿Qué “premios” o “bolos” son los adecuados para él? ¿Qué es un alimento balanceado? y ¿cuál es la diferencia entre las croquetas y las sobras de la casa?
El licenciado Antonio Morfin Niño de Rivera, especialista en alimento para mascotas, nos aclara varias de estas preguntas. Primero es importante explicar que un alimento balanceado es aquél que contiene todos los elementos necesarios propios de la dieta de un can o de un felino, “tiene que haber una relación entre proteínas grasas, minerales y elementos necesarios para la etapa del perro. Por ejemplo, un cachorro necesita fósforo y más calcio, y un perro adulto no los necesita, por lo que la formulación debe ser especial en cada caso”.
Antonio Morfín señala que alrededor de un 40% de los dueños le da a su perro un alimento para mascotas; de ese 40% alrededor de un 70% lo hace con alimentos económicos los cuales son muy pobres en su fórmula, pero son balanceados; el otro 30% otorga alimentos de mayor calidad, pero sólo un 30% del 40 lo hace con alimentos de alta calidad.
Estas cifras nos dan una idea el reducido porcentaje que alimenta a su perro de la forma más adecuada. Muchos dueños piensan que consentir a su perro es darle un pedazo de la carne asada del fin de semana, un dulce o las sobras de la comida, sin embargo en lugar de hacerle un bien le podemos estar causando un daño ya que “un alimento balanceado para un perro adulto, tiene en promedio de un 26 a un 30% de proteína, porque es lo máximo que puede aprovechar un animal de acuerdo a estudios realizados, si yo le doy un pedazo de carne, de ese “bolo” alimenticio le estoy dando el 100% de proteína y de grasa, lo cual va a causar que sus heces fecales no sean firmes, y va a ser un exceso de proteína que no va a asimilar el animal y no le va a servir del todo”, señala Morfín.
Escogiendo el alimento
Y si las sobras de comida y el pedacito de carne, no son tan buenos como parecen ¿cómo debo escoger el alimento? La forma más sencilla es basarnos en la edad de nuestro perro, incluso lo podemos comparar con un humano para poder entender que sus requerimientos alimenticios no serán los mismos al igual que un bebé, un niño, un adolescente, un adulto o un anciano, por eso el alimento depende de la etapa, pero también de la raza, ya que por ejemplo “un Gran Danés se puede considerar como un cachorro hasta los 36 meses porque continúa creciendo, en cambio un perro de raza miniatura a los 8 o 9 meses ya creció lo que tenía que crecer. Y si yo le sigo dando alimento para cachorro le puedo generar un exceso en sus órganos vitales de algún elemento que ya no va a desdoblar. El animal no lo va a aprovechar y yo como dueño voy a gastar más porque el alimento de cachorro es más caro”.
Las diferencias
Al comprar las croquetas en muchos de los casos el precio es lo que manda y al verlas igual, no entendemos mucho la diferencia, por ejemplo podemos ver dos bolsas con un 28% de proteína, sin embargo el costo puede variar muchísimo y ¿por qué es la diferencia? El especialista nos explica que el proceso que lleva la proteína del alimento económico es uno muy barato, el cual impide que el animal asimile la proteína de la manera correcta, entonces lo que sucede es que la desecha. Mientras que en un alimento de alta calidad el proceso que lleva la proteína es de tal manera que el animal puede estar aprovechando hasta el 90% de esa proteína. “La manera como se nota la diferencia es en sus ojos, su pelo, su brío, la musculatura, eso es lo que se ve por fuera, pero por dentro además le estoy dando inmunología, un nivel de estrés muy bajo, etcétera”.
La cantidad
Ahora el siguiente punto es ¿cuánto debo darle a mi perro?, Antonio Morfín nos dice que las croquetas se le deben dar al perro desde el destete, ya que cuando se está amamantando tiene los calostros de la madre, lo cual lo hace que este sumamente protegido por los anticuerpos, después el perro necesitará una alimentación de calidad para que su nivel de inmunología se desarrolle y esté fuerte ante el ataque de cualquier virus.
“Un perro antes de los 5 meses, en las tallas medianas, debe de estar comiendo cinco veces al día porque viene del destete y su aparato digestivo esta acostumbrado a estar comiendo alimento; después a los 12 meses son dos veces y toda esa etapa es de cachorro; de los 12 meses en delante es una vez al día y no más. Ya que si se les da más podemos causarles obesidad”.
Los remedios caseros
Algunos dueños en su afán por darle una súper alimentación a su perro mezclan una lata de atún o un huevo con las croquetas, lo que a decir del especialista puede ayudar un poco al animal, pero de nueva cuenta hay que aclarar que son excesos, “hay gente que con la novedad le da un alimento balanceado, vitaminas, un huevo y demás cosas, y lo que estoy haciendo es variar la fórmula del alimento, puedo incluso evitar con otros componentes que asimile la formula, y estoy gastando mucho dinero para un resultado un tanto pobre”.
Estoy haciendo a mi perro obeso
Es importante entender la responsabilidad que tenemos por la obesidad de nuestro perro, si bien hay razas que tienen tendencias a engordar, también hay dueños que hasta “sienten el hambre del perro”, Morfín explica que “por ejemplo en los alimentos que son súper premium la cantidad es muy poca, entonces -sobre todo las amas de casa-, piensan que lo indicado en el empaque es muy poco para su perro ya que está muy grande y le dan más alimento”.
“Además, el animal relaciona el alimento con el cariño, entonces muchas veces pasa que si no le doy su estofado, sus patitas de pollo no quiere comer, ¿por qué no quiere comer? pues porque el perro aún a pesar de tener hambre quiere que le pongan atención, convivir con el dueño, quiere sentir ese detalle, que además le gustó. Entonces muchas veces los perros comen en función a su dueño”.
Otros de los factores son los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo. Este último factor, debe ser tomado en cuanta desde el momento en que vamos a comprar un perro, ya que debemos ser conscientes y escoger el tipo de raza de acuerdo a nuestro estilo de vida, porque si elegimos un Labrador o un Gran Danés que necesitan mucho espacio y tenemos un patio pequeño seguramente lo estaremos confinando a una vida sedentaria.
La dieta del perro y el dueño
Bueno pues ya sabemos que nuestro mejor amigo está gordo, mal alimentado y que puede tener alguna enfermedad por esto factores, ahora es momento de ponernos a dieta, y decimos ponernos porque el triunfo dependerá del dueño. “Puede ser una situación parecida a los seres humanos si uno está a dieta adiós tortillas, adiós refresco, golosinas... entonces uno con el poder racional lo hace, pero el perro no puede, entonces yo soy el disciplinado para que el animal baje de peso”.
En muchos de los casos el perro se rebelará al cambiarle la dieta y dejará de comer, buscará carroña o basura, pero es importante mantenerse firmes “de alguna y otra manera va a entender que esa es su comida y ya llegando al peso indicado se le dará un seguimiento, si es un animal que tiene tendencia a la gordura va a que seguir con un alimento especial para adelgazar o se le cambiará la dieta, pero siempre vigilándolo para que no vuelva a engordar”.