La ministra Olga Sánchez Cordero afirmó que su proyecto para el caso Florence Cassez es predecible, por su tradicional defensa de las libertades y el debido proceso, pero que su reto es construir una propuesta que logre el consenso en la Primera Sala.
El proyecto, explicó, tendrá que incorporar las intervenciones de sus colegas en la discusión del miércoles, aunque reiteró su postura de ese día en el sentido de que la violación al derecho de asistencia consular de Cassez sí trasciende a la sentencia y es suficiente para conceder el amparo.
"Yo nunca me echaría para atrás de lo que ya dije. Lo que pasa es que voy a tratar de construir una sentencia que convenza y que pueda llegar a tener una mayoría... La predictibilidad en mi comportamiento desde hace 17 años no implica que no me haga cargo de las observaciones y puntualizaciones de los ministros para construir algo que pueda ser consensuado", dijo en entrevista.
Sánchez Cordero rechazó también que haya premura por presentar el nuevo proyecto o por ajustar la discusión a los tiempos políticos, pues la actuación de los tribunales y la emisión de las sentencias no están sujetos a consideraciones políticas.
"Los tiempos políticos no son los tiempos de los tribunales ni son los tiempos en que resuelven las sentencias. Hay un dicho popular que es muy simpático, pero muy real, que dice: 'rápido y bien, no hay quién'. Prefiero hacer una construcción profunda, bien hecha, y, desde luego, un proyecto que convenza", expresó.
La ministra consideró que la discusión del miércoles fue de gran relevancia, y que hubo avances importantes, pese a haberse desechado el proyecto del ministro Arturo Zaldívar que proponía la liberación inmediata de Cassez, por las graves violaciones a sus derechos fundamentales.
Uno de estos avances, dijo, fue que cuatro ministros votaron a favor de la procedencia del recurso, por lo que su proyecto ya no se ocupará de este tema, sino que servirá para precisar que ya fue resuelto en esa votación.