Kim Jong Un. Imagen del nuevo líder norcoreano en una división de guerra blindada. Ayer miles le juraron lealtad.
Con el puño en alto y profiriendo lemas, decenas de miles de norcoreanos llenaron ayer martes la principal plaza de la capital para jurar su lealtad al nuevo líder Kim Jong Un, parte de una campaña para consolidar su poder.
VISITA A SUS TROPAS
La televisión estatal mostró además tomas de la reciente visita de Kim a una unidad de tanques ligada por lazos familiares e históricos, en la que habló con los soldados e inspeccionó el material como lo hicieran su padre y su abuelo.
Los soldados le vitorearon y corearon su nombre en el primer viaje en solitario de Kim para aportar "asesoramiento sobre el terreno" a la tropa, el primer documental oficial del nuevo líder que ha transmitido la televisión norcoreana.
La campaña de sucesión para dar el poder a Kim fue acelerada desde que Kim Jong Il falleciera hace más de dos semanas. Su padre encabezó el país durante más de 17 años, tras la muerte de su propio padre y fundador de Corea del Norte, Kim Il Sung.
Los vecinos de Corea del Norte y Estados Unidos siguen atentamente la subida al poder de Kim en medio de la incertidumbre sobre cómo encarará el país un cambio de liderazgo en momentos en que se negocia el programa nuclear del país comunista.
Pyongyang y Washington consideraron la posibilidad de ofrecer ayuda de alimentos a cambio del desarme nuclear norcoreano cuando Kim falleció el 17 de diciembre.
PROPONE SEÚL UNA NUEVA ERA ENTRE LAS COREAS
El presidente surcoreano instó el lunes a su rival Corea del Norte a que utilice la transición de poder tras la muerte de Kim Jong Il para que dé paso a una nueva era de paz en la tensa península coreana, aunque acotó la invitación con una advertencia a Pyongyang de que se abstenga de cualquier provocación.