Marcha. Miles de personas participan en una marcha estudiantil, en favor de la educación por el centro de Santiago de Chile (Chile).
Miles de personas protestaron en Chile en nuevas manifestaciones convocadas por los estudiantes para expresar su rechazo a las medidas anunciadas por el Gobierno para financiar mejoras en el sector.
El acto más multitudinario se celebró en la capital, donde unas cien mil personas, según los estudiantes, y 20 mil, según la Policía, participaron en una manifestación que finalizó con dos heridos y 70 detenidos, cuatro de ellos por portar bombas molotov.
La marcha partió desde la Plaza Italia, punto neurálgico de las movilizaciones en la capital chilena, y el recorrido pactado por los dirigentes estudiantiles y las autoridades incluyó un tramo de la Alameda, la principal arteria santiaguina, para culminar en la Estación Mapocho.
En los primeros compases de la manifestación dos jóvenes empujaron y lanzaron una botella de plástico a un carabinero, quien resultó ileso. El resto del recorrido transcurrió de forma pacífica hasta que finalizó el acto cultural, momento en que comenzaron a registrarse enfrentamientos aislados entre grupos de jóvenes y Carabineros, que empleó el carro lanzaaguas para dispersarlos.
En medio de los disturbios, una mujer de mediana edad recibió en su cabeza el impacto de un palo que había sido lanzado al aire, mientras que un camarógrafo de un canal local fue alcanzado por una piedra.
El presidente de la Federación de Estudiantes de Chile (Confech), Gabriel Boric, criticó la reforma tributaria anunciada por el Ejecutivo y aseguró que los alumnos tendrán que seguir endeudándose para pagar sus estudios, uno de los principales reclamos al sistema actual.
"Pedimos una reforma tributaria que redistribuya la riqueza en todo el país para tener una reforma educacional que conciba la educación como un derecho social universal", dijo Boric antes del inicio de la manifestación.
La reforma tributaria recaudaría entre 700 y mil millones de dólares anuales para financiar la educación y sacar a la banca privada del sistema de créditos a los universitarios, que serán otorgados directamente por el Estado, con bajas tasas de interés. Según dijo Boric, esos 700 millones de dólares son "un mero ajuste", ya que "las estimaciones más mínimas hablan de cinco mil millones de dólares" .
Familias endeudadas
Cristóbal Steffens ha comenzado a perder el cabello a causa de los nervios ante la presión de un banco que quiere rematar la casa familiar porque su padre no pudo pagar las cuotas de un préstamo que le permitió estudiar veterinaria.
Como la de Steffens, medio millón de familias chilenas están endeudadas por pagar una carrera universitaria a sus hijos, que en el pasado era una herramienta de movilidad social y ahora una fuente de problemas y temores. El elevado costo de la educación universitaria, que obliga a endeudarse, y otras exigencias como gratuidad y mayor calidad en la educación llevaron el miércoles de regreso a las calles a miles de estudiantes universitarios y secundarios que rechazan las propuestas planteadas por el gobierno derechista del presidente Sebastián Piñera.
Concluida la marcha, en la que participaron unas cien mil personas según los organizadores, un puñado de jóvenes que cubrieron sus rostros lanzó piedras y otros proyectiles a la Policía, que los dispersó con chorros de agua. A diferencia de otras movilizaciones, los disturbios fueron mucho menores, por lo que la Policía ni siquiera usó gases lacrimógenos.