Controversia. El arribo de Putin a la presidencia causó controversia.
Decenas de miles de personas se congregaron ayer en los bulevares moscovitas en la primera protesta masiva contra el gobierno del presidente Vladimir Putin desde que asumió el puesto en mayo, incluso mientras la Policía interrogaba a los líderes de la oposición.
Putin, quien se encuentra en su tercer período presidencial, ha adoptado una actitud dura contra la oposición, la cual incluyó la firma la semana pasada de una ley que impone cuantiosas multas por participar en manifestaciones no autorizadas.
La Policía registró el lunes los apartamentos de los líderes de la oposición, llevándose computadoras, teléfonos celulares y otros objetos personales. Los agentes exigieron además que dichos líderes acudieran ayer a ser interrogados una hora antes de la marcha, acción que muchos consideraron un burdo intento del gobierno para amedrentar a los manifestantes. La manifestación tuvo lugar el Día de Rusia, un feriado nacional en honor del 12 de junio de 1990, cuando los legisladores rusos decidieron que las leyes rusas deberían tener prioridad sobre las de la Unión Soviética. Después ese país se desintegró en 1991.
El político izquierdista Sergei Udaltsov restó importancia a los citatorios para que se presentara a declarar, y dijo que considera su deber presidir la protesta como uno de los organizadores. El Comité Investigador de Rusia dijo que no solicitará de inmediato su detención, aunque lo interrogará posteriormente.
Udaltsov dijo que él y otro líder de la oposición, Boris Nemtsov, recibieron citatorios de la policía durante la marcha.
El bloguero anti corrupción Alexei Navaly, el activista liberal Ilya Yashin y la presentadora de televisión Ksenia Sobchak acudieron a los interrogatorios, lo cual les impidió acudir a la manifestación.
